sábado, 9 de diciembre de 2017

Mis Raices Casconas - 36 - LA NAVIDAD

                                    LA NAVIDAD


No recuerdo con detalle las Navidades en mi infancia, con excepción de alguna cosilla que mencionamos alguna vez en conversaciones con los familiares.
      La misa de Gallo en la media noche del día de Nochebuena para recibir la Navidad celebrando el nacimiento del Niño Jesús. Muy original lo de la hora, pero salir de casa con las inclemencias del tiempo habitual de ese mes, era arriesgado aunque lleváramos prendas de abrigo y tapabocaos, porque las temperaturas eran bajo cero, seguro que lloviendo, granizando, nevando o cuando menos, con el suelo helado resbaladizo, chuzos de punta en los aleros de los tejados y en la iglesia no había calefacción.
      Recuerdo en especial un Belén que montamos los alumnos cuando todavía estábamos en la escuela vieja, porque las figuras las hicimos entre todos los niños del curso que estábamos con Don Félix, y mi participación, consistió en el burro del pesebre, modelado en barro y secado al sol.    
       El 6 de diciembre día de San Nicolás, era tradicional que los chicos que cursaban el último curso en la escuela, saliesen todos juntos con la imagen del santo, a pedir “una limosnita para San Nicolás” por las casas del pueblo y agradecidos entonaban el siguiente estribillo:


San Nicolás
Coronado de San Blas
 En la cuna que dormía rezaba Santa María
¡Santa María! ora pro novis
huevos pedimos cestas traemos
 para estos escolantes que quieren ser amantes
 si limosnas no nos dan
 no podremos caminar.


     Con el total conseguido, que generalmente se trataba de varias docenas de huevos, medio saco de patatas y algunas monedas, se preparaban una merienda de varias tortillas de patata, y se vendía lo sobrante para aumentar el dinero en metálico; de la suma, parte se dedicaba a comprar algún capricho y el resto se repartía. Pero esta costumbre se interrumpió al prohibir el señor cura, que en aquellos años creo que era Don Ireneo, que se volviera a sacar la imagen del Santo de la iglesia, porque le causaron desperfectos importantes, tales como fractura de nariz, en el bárbaro entretenimiento de arrojarlo al arroyo helado para ver si cedía el hielo. Animales de los que hay por toda la geografía, por los cuales, todos sufrimos las consecuencias.

       El aguinaldo era otra cosa bien distinta,   aunque también se trataba de pedir por Navidad, generalmente los hijos de los asalariados en esta ocasión y únicamente por las casas de los patrones de los padres, u otras personas afines recibiendo pequeños donativos en monedas, dulces o caramelos; y exigiendo a veces, que los niños les deleitasen con un villancico.
      El menú de Nochebuena estaba generalmente compuesto por: pollo de corral (ya ves, hoy lo llaman capón en plan fino), castañas cocidas con anises, y cagadillo (que ahora llaman guirlache de caramelo). La primera vez que entró el turrón a formar parte de mis navidades, creo que tendría unos ocho o nueve años, y fue con ocasión de que después de cenar nos juntamos en nuestra casa con la familia de la tía Victorina. Con las primas Glori, Feli y Vitori (Mertxe aún no había nacido), lo pasamos estupendamente, jugamos al parchís, y a las cartas, surgiendo la propuesta de que para darle emoción al juego el que perdiera debería pagar una tableta de turrón para comerla entre todos. Aceptada la apuesta, faltaba por conseguir que estuviera abierto donde Félix, el del estanco, que también tenía tienda de comestibles, para que nos atendiera a aquellas horas, que rondaría la medianoche, aunque de todo el pueblo era sabido que siempre estaban disponibles cuando del negocio se trataba. Y así fue en efecto, encargaron el mandado a mi hermana Petri con una de mis primas, pero para estas pobres niñas infantiles, la pobre luz del alumbrado público con escasas farolas que proyectaban sombras tenebrosas que las iban haciendo pensar y ver sacamantecas y hombres lobo. Pocos metros les faltaban para llegar, pero quiso la mala fortuna que en eso saliera de la tienda un hombre que no pudieron reconocer y pies para que os quiero, regresaron a casa en un minuto escaso. Nos defraudó un poco que se volvieran con las manos vacías y para colmo nos propusieron a los demás niños que fuéramos nosotros, si es que nos creíamos tan valientes. Yo, que era el “hombre” de más edad, me quedé sin argumentos para escurrir el bulto, así que capitaneando la expedición, regresamos esta vez tres chicas y un chico, y naturalmente que no pasó nada, pero es que el enemigo se batió en retirada en cuanto vio lo que se le venía encima.


      Aquel turrón, si que estaba rico, siempre lo recuerdo especialmente, quizás por ser el primero. Lo troceamos con  hacha y martillo y nos costó Dios y ayuda, porque era muy grueso, pero como no se podía partir con los dientes, duraba mucho y alguna dejó parte para el día siguiente, como me consta que hizo mi primita Vitori, sólo que al levantarse ya no estaba donde lo había dejado. No sé porqué, se le metió en la cabeza que yo debía saber algo al respecto.
      Fue una noche entrañable de Navidad, hacia el año 1960.  




viernes, 17 de noviembre de 2017

Mis Raíces Casconas - 35 - LAS FUERZAS VIVAS

  LAS FUERZAS  VIVAS


         Nos remontamos a la guerra civil, para entender porqué en este pueblo durante muchos años había mucho rencor en los corazones de sus habitantes, sobre todo del bando de los que perdieron, que han tenido que callar los muertos en la contienda. Lógicamente, también los hubo en el otro bando, pero la represión en los largos años de la posguerra sólo la practicaron los que ganaron ante cualquier atisbo de rebeldía de los llamados rojos, entendiéndose como tal, hasta la más mínima expresión que pudiera molestar a los fieles guardadores de la paz del régimen. Dicho esto, queda aclarado que la tranquilidad y el orden en el pueblo era fingida. Como en otros pueblos, se regían por el alcalde, nombrado por los vencedores y con el cargo a perpetuidad, si el partido así lo quería y apoyado en casi todos los pueblos por los maestros, el médico, el secretario, el veterinario, la guardia civil y por el cura. Yo no voy a decir que Don Evelio, alcalde que lo fue de esta corporación durante muchos años, tuviese una buena ni mala actuación porque en mi corta edad no sabría juzgar con conocimiento, pero sé que se llevaron a cabo muchas obras que mejoraron notablemente el pueblo como: Las escuelas nuevas que realmente no se hicieron otras mejores que éstas en muchos Kms. a la redonda; restaurar el ayuntamiento a consecuencia de un incendio; asfaltado de las calles y la red de suministro de agua a las casas que transformó el pueblo en ciudad; la tan necesaria carretera de la Canaleja al monte; el lavadero municipal, el puente de las escuelas derrumbado tras una riada; dragado del río para evitar inundaciones; la casa del guarda en El Bonete con almacén para abonos; son algunas de las que me puedo acordar, y todas ellas en el transcurso de seis u ocho años de mi infancia. Pero eran las formas de la dictadura, el aquí mandamos nosotros y se hará lo que nosotros digamos, lo que a la gente no le parecía bien. Fueron años en que no cabían otras ideas, y de ciertos favoritismos. Con el paso de los años, este panorama fue tomando otro rumbo por el cambio generacional; fueron desapareciendo los autores materiales de la contienda, volvieron a sus hogares los presos de guerra, y las represalias, fechorías, y las venganzas cada vez eran menos. Los  que fueron protagonistas de aquellas tristes páginas de la historia de este pueblo, tuvieron hijos y estos jugaron juntos en la escuela, más tarde estos chicos y chicas, se enamoraron a pesar de los padres o abuelos, y se revelaron ante algo que no entendían; ni los hijos de los Rojos ni los hijos de los adeptos al Régimen  entendían las razones que les daban para justificar aquellos horribles episodios de destrucción y muerte que enfrentó a españoles contra españoles y en muchas ocasiones a causa del azar, se encontraban hermanos contra hermanos, disparando tiros uno en cada bando. Tampoco en la escuela se explicaban las causas que llevaron al  país a la guerra; todo se reducía a unas fechas que conmemoraban algunos acontecimientos que para los ganadores de la contienda fueron cruciales. Después, estos hijos de la guerra inician la búsqueda de la verdad con lecturas y conversaciones que les hacía ver otra realidad y en muchos casos participando en manifestaciones y criticas al Régimen. Cuando llegó la democracia lo lógico era  que se encauzaran en las urnas los deseos de un cambio. Y por creer que se podía hacer un país mejor sin necesidad de los partidos políticos, sin siglas que pudieran politizar el pueblo, En las primeras elecciones municipales libres, se presentó y ganó, una candidatura independiente encabezada por Blas Bombín. 

 A éste, le llamaron alcalde comunista pero como él mismo decía era comunista porque le obligaron a serlo, ya que con dos años estuvo en prisión con su madre presa. Este alcalde se atrevió a remover la tierra, buscando los restos de seis personas de Torresandino asesinados en La Horra, siguiendo las indicaciones de un anciano que casualmente había sido testigo del lugar exacto donde sepultaron a las víctimas. Esta fue una de las primeras exhumaciones de represaliados por el régimen del franquismo, recién reestrenada la democracia, en 1979. Hoy, descansan en el cementerio local los restos de aquellos seis hombres en una fosa, con sus nombres en una placa de granito. Entre los huesos, estaban los de su padre y los de su tío.  


                                   

LÁPIDA DE GRANITO









lunes, 16 de octubre de 2017

Mis Raices Casconas - 34 - ROGATIVAS

ROGATIVAS



         Aquí, somos Católicos Apostólico Romano por la Gracia de Dios, como decían nuestros “Líderes Espirituales” sin cortarse un pelo. Claro que también con el permiso del Caudillo porque había que mantener una buena relación entre los poderes, para mantener al pueblo bajo el yugo. Unos que se erigieron en salvadores de la patria y otros que callaban, bendecían, siguiendo instrucciones de sus jerarquías superiores, y se firmaban Concordatos Iglesia Estado.
         Lo cierto es que la plebe participaba en los servicios religiosos masivamente. Muchos por su firme fe cristiana, otros arrastrados por la masa y también iban algunos por aparentar. De los que no asistían,  habría Ateos convencidos y los que reconociéndose como Cristianos no practicantes sencillamente por disentir con la doctrina que los representantes de Dios en la tierra predicaban desde el púlpito. Quedan por enumerar aquellos que tenían como prioridad las necesidades del cuerpo, sobre todo la alimentación de su familia y con poca fe en que el Ángel le haría el trabajo como a San Isidro. Será que de aquella quedó muy cansado.
         Pero me reitero que los fieles de esta parroquia frecuentaban la iglesia. Ancianos, misa diaria y rosario. Los demás la misa mayor del domingo y  sobre todo los ricos, la comunión. Además de las fiestas de guardar, que cosa curiosa, han desaparecido la mayoría, incluso alguna de las que era obligado cumplir el precepto de no trabajar, y si te pillaba el guarda o la guardia civil desobedeciendo, te sancionaban con una importante multa.
       En cada pueblo hay Santos y Vírgenes de mayor devoción y que son sacados en acción de gracias y también para pedir fervorosamente algún ruego o intervención divina. Como ejemplo de ello tenemos las Rogativas que recuerdo que se hacían al amanecer, y se salía en procesión hasta los campos próximos al casco urbano rezando y elevando al cielo nuestros cánticos a San Isidro:



¡Oh San Isidro!
por los labriegos
de este tu pueblo
rogad a Dios,

     O a la Virgen de los Valles pidiéndola que interviniese ante Dios a favor de estos pobres labradores que solo suplican un poco de agua para sus sembrados, de esta manera:

Agua Señora,
que los campos se secan,
 la gente llora.

       Bueno ya se sabe, que cuando se juega por necesidad se pierde por devoción. Claro que, quizás fuese un castigo divino.
         Decía mi abuelo, que por entonces había un cura que cuando le solicitaban una rogativa, contestaba: Si queréis la   hacemos, pero de llover no está. 



viernes, 15 de septiembre de 2017

Mis Raíces Casconas - 33 - EMIGRANTES


EMIGRANTES


       Podría decirse que marcharon a su primera experiencia lejos de su tierra, en la provincia de Logroño, que por entonces pertenecía a Castilla la Vieja y ahora es la Comunidad Autónoma de La Rioja, los cuatro cuñados juntos, porque se llevaban muy bien y se encontraban en una situación similar.


     Sin tierra propia, jornaleros jóvenes, casados y con tres - cuatro hijos cada uno y ante escasas perspectivas, si se quedaban en el pueblo. Se pagaba poco porque eran muchos los temporeros que llegaban de otras tierras, así que convencieron a sus esposas y salieron: Cándido, Olegario, Julio y Elías y alguno más que no viene al caso, en busca de fortuna, con la hoz, y la alforjilla al hombro. Contaban que  viajaba en el tren  un señor que buscó su charla para que el viaje resultase más ameno. Se trataba de Pepe Blanco, cantante riojano de fama, pero que al parecer, de trato sencillo, jovial y dicharachero, que les impresionó  a la vez que les agradó tenerlo de acompañante hasta Cenicero, su pueblo natal, que fue su fin de trayecto.

       Llegaron a la zona de Nájera y se contrataron a destajo para un labrador de Uruñuela, pueblo colindante y así, aunque trabajaban muchas horas, obtenían mayor beneficio en la temporada. Dormían en un pajar, pero la comida que les era proporcionada por el patrón cumplía con sus mejores exigencias. Además, la temporada en La Rioja venía adelantada de 20 a 30 días respecto a la de nuestra tierra, y para el día 16 de julio ya se podían volver con unos billetes para celebrar la fiesta con la familia; les salió bastante bien, tanto, que incluso repitieron al año siguiente, entre los dos años conocieron: Navarrete, Hormilleja, El Ciego, Fuenmayor y otros pueblos de la zona llegando a ser requeridos por varios propietarios una vez que se conoció su trabajo bien hecho.


        La experiencia les enseñó que el mundo  no se acababa en  lo conocido y que el futuro en otro lugar, bien podía ser mejor que lo que su pueblo les deparaba, si se estaba dispuesto a trabajar. Solo quedaba echarle coraje y pasar de lo que dice el refrán “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer” porque aún eran jóvenes y era el momento de intentarlo. La semilla de la emigración empezó a germinar.

        Es curioso que con los años, los cuatro cuñadísimos emigraron casi a la vez y no a La Rioja sinó que fueron  todos a Vizcaya, porque en ese momento era donde se demandaba la mano de obra. Y con ellos, en esta ocasión se  llevaron a toda familia. Esta vez, no se trataba de segar, pero llegaron con una gran voluntad de trabajar en lo que se les ofreciese, con el fin de poder mantener unidos a los hijos, que seguían así en el seno de la familia.

       Sí. Emigramos toda la familia. Con ello me estoy refiriendo a mis abuelos Enedino y Petra y sus hijos y nietos. Todos nos repartimos entre Portugalete, Basauri y Galdácano; los tres, municipios de Vizcaya, con industria floreciente que demandaba mano de obra y nos acogió al igual que a otros miles de trabajadores del campo, que llegábamos desde todos los puntos de la geografía española. De esta familia, no quedó nadie en el pueblo.

        Encontramos al principio cierto rechazo por parte de algunos oriundos hacia los que de todas las regiones de España llegábamos, porque para ellos suponía un repentino aumento de la población y como consecuencia, aumentaba el consumo y se encarecían los pisos y artículos de primera necesidad. Gentes de costumbres muy  diferentes, que  llamaban a otros, y que se traían a toda la familia, compartiendo un piso entre varios matrimonios en régimen de habitación con derecho a cocina, mientras que los que eran solteros y estaban solos se metían de posaderos en casa de algún familiar o amigo. Fue como una avalancha descontrolada que afectaba en el entorno laboral, porque los recién llegados eran preferidos por los empresarios por su disposición a trabajar donde fuese y al precio que fuere, rompiendo reivindicaciones obreras en las empresas, lo que daba lugar a cierto rechazo. Es la lucha por buscarse un sitio, hacer el nido y dar de comer a sus polluelos todos los días; y después de todo, preparar un futuro para toda la familia. Despectivamente nos llamaban “maquetos y pardillos”.

        Estos eran los años 60. Creo que la emigración nos trae tanto a mí, como a mis hermanas, primos y primas, muchos recuerdos no todos buenos, pero nos hace ilusión leer las noticias sobre ello en la actualidad, recordándolo con nostalgia, que fueron parte de nuestras comunes vivencias. Después la vida en una ciudad diluyó la relación que teníamos, centrando a cada uno en integrarse y salir adelante y llegamos a la etapa de nuestra adolescencia, unos estudiar, otros trabajar, ligues, novias, casarnos, unos antes y otros después, los problemas particulares, poco a poco, propiciaron que hayamos perdido aquella unión.

         En mi caso, primero marcharon mis hermanas, animadas por otras que habían salido antes. Mi padre viendo que nuestra familia se empezaba a dividir  se fue a Bilbao en busca de trabajo y reunificarnos a todos en una vivienda familiar. Logró su propósito montando un bar sencillo que llamamos Bar Basauri y que permitió trabajar juntos  a mi padre y mis hermanas. Así que el día 20 de diciembre del año 1962, a las 8 de la mañana partíamos,  mi madre y los dos niños que quedábamos en casa, Lázaro y yo, Paco. Con nosotros emigraban también la tía Afrodisia con Tere y  Fortu y nos llevábamos a los abuelos Enedino y Petra para pasar el invierno. Naturalmente que como la intención era quedarnos para siempre, la despedida del pueblo resultó bastante dramática para los mayores; lloros porque ya no volverían a ver a nadie del pueblo, lloros por sus convecinos, lloros por los parientes que quedaban allí. Los más jóvenes nos lo tomamos como una excursión que prometía muchas expectativas y que estábamos deseosos de hacer. Hoy, después del tiempo, me lo imagino y me dan ganas de reír, por la pinta de pardillos que teníamos que tener, con la típica  caricatura que tantas veces vimos en las películas de Paco Martínez Soria, en la mano derecha una maleta atada con una cuerda, y en la izquierda, una gallina viva con alas y patas atadas. De Torre a Burgos en autobús, y de ahí a Basauri en tren con trasbordo en Miranda de Ebro. Preguntamos dónde se habría de tomar el otro tren, y a qué hora, y en el andén que nos dijeron, estuvimos esperándole, sin movernos de allí ninguno para nada, hasta marchar. Iban a ser dos horas pero encima llegó con retraso. Tiritábamos todos desde el más grande hasta el más chico porque eran andenes totalmente abiertos, y era Navidad Yo creo que esa fue la primera vez que monté en un tren, pero todos estábamos un poco perdidos.


       En estas fechas salieron sobre todo chicos y chicas solteros hacia Alemania y Suiza pero en aquella época había muchos países demandantes de mano de obra no cualificada y cualificada, como Francia, Australia, Argentina, Canadá. Salían de forma legal, con permiso de residencia, y contrato de trabajo. Todos  con la idea de volver algún día, pero no todos lo hicieron, alguno demasiado pronto por terminársele el contrato, o por denegación de la renovación del permiso de residencia y también los que no pudieron realizar su sueño.

viernes, 18 de agosto de 2017

Mis Raíces Casconas - 32 - GASTRONOMÍA



GASTRONOMIA

       

No estaban los tiempos para recetas de cocina, pero hay que entender que las aficiones gastronómicas no son únicamente de aquella época sino de siempre y siguen manteniéndose, claro que  tenían dificultad para conseguir los ingredientes, comodidad en útiles para la elaboración, o el fuego necesario ya que aquello no tenía nada que ver con las cazuelas, y cocinas de hoy. También las posibilidades del mercado y la gran  diferencia del poder adquisitivo  de entonces a ahora. Era la mujer la que asumía la tarea de la cocina y también le debemos a ella que las recetas de las abuelas hayan pasado de generación en generación. 

        Algunos platos típicos: Alubias con morcilla, cocido de garbanzos con relleno, o con bola como decimos en el pueblo, patatas a la riojana, titos resquemados, lentejas  con gallina, sopa castellana, morcilla frita, caracoles a la burgalesa, cangrejos de río, asadurilla, codillo de cerdo, guiso de cordero, liebre estofada, chuletillas de cordero a la brasa, y lechazo al horno.  Sólo se veía a un hombre en la faena de la cocina, cuando  se elaboraba en la parrilla, al sarmiento, y eso solía ser a la puerta de las bodegas, bien chuletillas, costilla o careta de cerdo, sardinas o chicharro, y embutidos.

       Postres: Queso producido por los pastores. (fresco, semicurado o curado). Frutas del tiempo generalmente de La Ribera (ciruelas, peras y manzanas). Frutos secos del pueblo (nueces, pasas de uvas y almendrucos como dicen en Torre). En repostería, puedo nombrar (rosquillas, bolillas típicas de Carnaval y Semana Santa, magdalenas, orejuelas en cualquier tiempo y la torta de chicharrones por la matanza). Además de otros dulces como la miel de nuestros colmenares, el cabello de ángel elaborado con una calabaza especial, almendras garrapiñadas y guirlache de caramelo con piñones. Y también recuerdo una conserva dulce hecho con aguamiel y trozos de calabaza conocida como “cachos de calabaza”.

        Licores: Vino de Ribera, y la limonada de Semana Santa. Y por último, el aguardiente que se tomaba por la mañanita, con un bizcocho de Lerma.



Recetas de Torresandino

Limonada:

INGREDIENTES.-
12 litros de Vino clarete de La Ribera.
Azúcar, 1kilo
Limones, 2kilos, el uno exprimido y el otro en trozos.
Naranjas, 2kilos, el uno exprimido y el otro en trozos.
Canela 2-3palitos en trozos (según el gusto).



ELABORACION  
   Se mete todo en un garrafón, de cántara y se llena con el vino clarete de La Ribera que quepa, dejándolo macerar, 8 días mínimo, dándole unas vueltas (no es necesario agitar) todos los días dos veces y se tiene en un sitio fresco y al sacarlo se filtra para retirar los posos.
Hasta aquí lo elemental pero mucha gente añade mas.
Otras frutas opcionales, pueden ser 2 manzanas, 2 plátanos, y ½ kilo de higos pasos, troceados, y otro ½ de uvas pasas. Si se desea corregir el sabor se puede añadir naranja o azúcar para darle más sabor dulzón. Si se desea más fuerte añadir algún licor como ron o ginebra.



Morcillas de matanza:

Cantidades a comprar, pero echar más o menos cantidades según el gusto, cada maestrillo tiene su librillo, y todas salen diferente. Requiere ir probando según se van haciendo.

INGREDIENTES:
5 kg de arroz
Agua doble volumen que de arroz
5 litros de sangre
5kg de manteca del cerdo
14kg de cebolla
225g de pimenta negra molida
200 de pimentón dulce
100 a 150g de pimentón picante
100 g de canela en polvo
200 g de cominos
Sal al gusto



ELABORACIÓN
Se cuece el arroz metiéndolo con el agua bien hirviendo, se deja que recupere el borboteo y se tapa y retira para que continúe con la cocción con el calor que le queda y se deja que se vaya haciendo mientras se enfría lentamente Se cortan las cebollas en rodajas, y se cuecen durante 10 minutos picándola después en trozos pequeños y se juntan en un barreño con el arroz y se dejan una noche para que el arroz absorba parte del jugo de la cebolla, y crezca. Al día siguiente, se mezcla con la manteca de cerdo bien picada, sangre, pimentón dulce y picante, pimienta molida, cominos, canela y sal, amasando para obtener un amasijo homogéneo. Se mete en tripas, se cosen por los dos extremos y se ponen a cocer en una caldera, por tandas, en la que tendremos hirviendo el agua con un poco de sal. Cocer a fuego moderado durante 1 hora y pincharlas durante la cocción para que no se revienten. Las morcillas en tripa de cerdo, más gruesas, se cuecen durante 1y1/2. La mocilla buena ha de ser “sosa, sabrosa, y picantosa”. El caldo que queda donde se han cocido las  morcillas será el caldo de mondongo que se utiliza para las sopas de mondongo.


Receta de rosquillas caseras:

INGREDIENTES  
2 Huevos
7 Cucharadas de aceite de girasol
7 cucharadas de azúcar
1 Limón (el zumo)
1 Rayadura de la piel del limón
1 papeletas de levadura Royal 
½ cucharada de bicarbonato
½ tacita de anises molidos 
½ tacita de anis líquido
Harina la que pida (comprar 500 gramos) 
Azúcar glass y canela lo que pida. Para espolvorear.
Aceite de girasol para freírlas, abundante (comprar  1 litro)



ELABORACIÓN
Batimos los 2huevos en un bol y vamos añadiendo las 7 Cucharadas de aceite de girasol, 7 cucharadas de azúcar, 1 Limón (el zumo y la rayadura), la ½ cucharada de bicarbonato, ½ tacita de anises molidos y½ tacita de anis  Poco a poco se va añadiendo el harina y la papeleta de levadura Royal a la vez que se amasa, humedeciendo las manos con un poquito de aceite para que no se nos pegue y se trabaja la masa hasta que ya no se pega a los dedos. Se deja reposar la masa unos 20 minutos mínimo. Para darle la forma se toma una porción de masa del tamaño de una nuez grandecita o una albóndiga pequeña y sobre el mármol la estiramos como un churro, tomamos los dos extremos los unimos y lista para freir en una sartén amplia con abundante aceite de girasol no excesivamente caliente. Previamente se tiene dispuesto una bandeja con el azúcar glass y la canela para espolvorearlas en caliente.



En este capítulo creo que viene muy bien introducir un menú transcribiéndole tal como me  lo contaron, bajo en colesterol como veréis que yo he denominado....

        “Recetas de penuria total”

        Las sopas de pan, a veces se hacían cociendo rebanadas de pan duro con agua y sal y un poquito de pimentón para darle color.

         Patatas del pobre, hervidas en agua con sal y una hoja o dos de laurel, con un toque que se le daba con colorante de la marca El Avión.

        Una tortilla sin huevos y sin patatas, con la parte blanca que tiene la cáscara de naranja se trocea y pone a remojo, después se cuece como si fuese patata, en una mezcla que sustituye a los huevos, de cuatro cucharadas de harina batido con diez de agua y una de bicarbonato. Sebo, sal, pimienta y colorante para darle el color de la yema.

      Postre de bellotas cocidas con agua y anises.


      El café. En ausencia de café achicoria Chimbo.                                       


                              

viernes, 7 de julio de 2017

Mis Raices Casconas - 31 - OS ACORDÁIS DE...

                                    OS ACORDAIS DE…

         ¿Os acordáis de… Cuando llegaron al pueblo unos titiriteros o volatineros con una cabra, que, se subía en la escalera a los sones de los acordes de trompeta que el gitano lanzaba al aire?. Era el reclamo para que a la tarde nos acercáramos a la carpa que habían montado en las eras. “¡Vengan a ver el mejor espectáculo circense que jamás pasó por Torresandino!. Con la cabra Nicolasa, compitiendo en difíciles equilibrios con el perro Boris además de descubrir las habilidades de los más variopintos animales exóticos amaestrados (un loro que sabía tres o cuatro tacos y una iguana). Contamos con la extraordinaria participación del hombre mono, que nos hará algunas exhibiciones de la vida en la jungla; (en realidad, un gitano que de hombre muy poco y mucho de primate)y ¡También disfrutarán ustedes de la colaboración especial de Saray, princesa gitana (guapa y joven, con poca ropa)que nos deleitará con la danza del vientre.!.
    Cobraban entrada y además sacaban dinero con el sorteo de unas botellas de licor y embutidos, entre los compradores   de unas series de boletos que la danzante sabía en qué sector del público se las rifarían.    
   Lo mejor, la clásica pareja de payasos pero en síntesis, titiriteros de poca monta, y un fraude; el desengaño total, pero no había otras opciones donde poder elegir; en mucho tiempo no volveríamos a tener otro espectáculo de varietés.


 
     











lunes, 5 de junio de 2017

Mis Raices Casconas - 30 - LAS PERAS DEL PARRAL


                          LAS PERAS DEL PARRAL






     No se me olvida el día, o mejor dicho uno de los días que le quitamos las peras que tenía en El Parral al tió Pelos Blancos. Eran de invierno y las cogíamos desde septiembre, por creer que ya estaban para recoger porque el tamaño ya era  grande, y resultaban estar más duras que un canto,  no había dentadura que le metiera el diente. Pero eran los únicos frutales accesibles y las viñas quedaban muy lejos. Aunque eso era lo de menos, ya que en el fondo lo que perseguíamos era hacerle rabiar, porque era bastante cascarrabias y esperábamos con la adrenalina a tope y el aliento contenido vigilando para echar a correr al primer aviso si a lo lejos venía alguien y presumir después exagerando el peligro de la situación; eso era lo que nos motivaba. La verdad es que el hombre tenía que estar muy harto de los perales del parral y de los chicos del pueblo, pero sin embargo y a pesar de la mala fama que le atribuíamos también he tenido oportunidad de conversar con personas que le conocieron bien y que aseguran que era una persona excelente. 

                  

sábado, 6 de mayo de 2017

Mis Raices Casconas - 29 - CINEMA JULIAN

CINEMA JULIAN


       Este señor, seguro que fue el más emprendedor del pueblo e incluso de la comarca, con gran diferencia, porque tuvo muy buenas ideas que además él mismo las puso en marcha, pero la suerte no le acompañaba.
      Empezó con una tienda de ultramarinos que terminó conservándola, regentada por su esposa Brígida,  pero no le salieron las cosas así, con las viviendas que construyó de adobe en el Castillo que dieron alojamiento en régimen de a renta a matrimonios jóvenes, que dada la escasez de viviendas no encontraban otro sitio ni bueno ni malo. Aquel era un buen momento para edificar pero en pocos años se hundieron. Fracasando así el negocio de alquiler de habitaciones con derecho a cocina. Falló el suelo, pero ya era de sobra conocido por todos, que el subsuelo estaba minado de bodegas y estas ya en claro proceso de  derrumbes por filtraciones de la lluvia, lo que daba lugar a hundimiento en la superficie. Y a la vez  también se fue al carajo el salón de baile y comedias que amenizaba las tardes de los domingos y festivos a los mozos y mozas del pueblo. Tenía un organillo que hasta pasados algunos años, seguía en su sitio y los niños nos metíamos por las ventanas rotas y lo hacíamos sonar, pero estaba ya muy roto y al final quedaría sepultado bajo los adobes.

       El cinemascope, al principio, se fue conociendo por todos estos pueblos gracias a algún empresario ambulante que de plaza en plaza, exhibía una misma película, y el señor Julián vio que  éste nuevo arte ofrecía muchas posibilidades de ganar dinero y tal como lo pensó lo puso en funcionamiento; adecuando un edificio de su propiedad inauguraba la sala de cine, contando con la ayuda de sus hijos. Para sacar rentabilidad a la película se le ocurrió dar la misma también en Tórtoles, para lo cual se tuvo que comprar un coche que le permitiera ir de un sitio al otro a tiempo. La elección supongo que estaría condicionada por el alto precio que entonces tenían, porque el que eligieron, un biscuter que parecía una tartana (La Rubia) con la parte trasera de madera y que tenía tan poca fuerza el motor, que los niños de diez años lo obligábamos a parar, y si la calle estaba embarrada, que solía ser lo habitual en todo el invierno, patinaba y necesitaba que lo empujaran; para qué quieres más, le acechábamos para frenarlo y ya teníamos diversión. Y  le cantábamos:

Quita del medio que va a pasar,
la camioneta la camioneta.
Quita del medio que va a pasar,
la camioneta del tió Julián.

       Por estas razones y supongo que otras más, el caso es que los espectadores de un pueblo un día y otro día los de otro sufrían demoras inaguantables e incluso en alguna ocasión se proyectó el segundo carrete antes que el primero. Finalmente este negocio también se fue al traste.
  


 

                                                                                            

                                                                              Cine profesional


sábado, 15 de abril de 2017

Mis Raices Casconas - 28 - MODELO FUERA DE MODA


                                 

MODELO FUERA DE MODA
    
     Era muy normal que las mujeres se dedicaran a confeccionar el ajuar, para sus hijas, o muchas prendas de vestir para todos los miembros de la familia, La ropa si se podía se hacía en casa y los hermanos menores la reutilizaban si aún estaba en buen uso; pasándola de unos a otros los hermanos y en ocasiones; para poderle lavar el pantalón; tenía que acostarse al niño en la cama porque en ese momento no se podían permitir comprar tela para uno nuevo. Los arreglos con la intención de poder usarla una temporada más, o incluso la confección de  ropa interior de hombres o mujeres, era tarea del ama de casa que aunque cansada del trabajo diurno, por la noche junto al  hogar, al amor de la lumbre, con poca luz y luchando contra el sueño, se  ocupaba en coser una camisa rota, poner un botón o zurcir un agujero al calcetín, incluso marcar y cortar una pieza nueva con un trozo de tela que sobró de otra ocasión anterior, para el padre o para los hijos.
     Con el comentario anterior, intento justificar lo fácil que puede ser meter la pata si se trabaja en determinadas condiciones, con la vista ya cansada escasos medios y etc...etc...Como en esta historieta de las tantas que el abuelo nos contaba a propósito de situaciones divertidas o curiosas, buscando siempre el lado jocoso de la situación.
     Según contaba, en cierta ocasión la tiá Cristeta, que era su consuegra, (madre del tío Elías), hizo un calzoncillo a su marido. Pero que al parecer éste no lo encontró práctico según se deduce de sus palabras, a las que yo intentaré darle el sentido adecuado en el siguiente monólogo.
       “ ¡Ay Cristeta, hija! Pero ¿Qué me has hecho?,
                                                           
                                                
       ¿Cómo que qué?;
        Cristeta hija, ¿pero es que no lo ves?.
        Sí, si ya veo que es un calzoncillo, pero………
        Cristeta por favor, que soy tu marido y me conoces de sobra. ¿Cómo se te ha ocurrido hacerme esto?.
        No si ya me imagino que será de un retal de alguna sábana Cristeta, pero dime;¿Cómo quieres que me lo ponga, si me has hecho un calzoncillo de una pierna solo?.