lunes, 18 de septiembre de 2023

MAJANO, MOJÓN O INUKSHUK



MAJANOS, MOJONES O INUKSHUK

MAJANOS






Se trata de un montón de cantos y piedras medianas que los arados van sacando a la superficie en las tierras de labor año tras año y que el agricultor retira al rincón menos fértil de la finca. Este trabajo forma parte de la preparación del terreno para la sementera, pero además colocados acertadamente contribuyen a reducir la propagación de incendios y el efecto torrencial de riadas. Muchos majanos amontonan piedra desde hace más de un siglo propiciando que entre sus resquicios y hendiduras se haya ido formando un ecosistema con especies autóctonas de fauna y vegetación. Semillas que llegan traídas por el viento o la contribución del mundo animal, bien en el pico o en las heces, caen al azar entre la mole de pedruscos donde al abrigo de los hielos y de la fuerte exposición solar encuentran la humedad necesaria para enraizar y alargando sus ramas hacia la superficie, buscan la luz y fructifican olorosas y llamativas flores que atraen un gran número de pequeños insectos e invertebrados, como arañas, avispas, hormigas y escarabajos que son el plato favorito de diversos reptiles, pájaros, ranas y sapillos que a su vez son el siguiente eslabón de la cadena alimenticia para las aves y pequeños mamíferos de la zona. La vida en los majanos no es bulliciosa y pasa desapercibida para los humanos pero alcanza gran relevancia en aquellas zonas áridas donde ciertas plantas no enraizarían, sin embargo aquí la naturaleza se abre camino entre las duras condiciones, facilitando también abrigadero o nido para algunos animales que por las características del suelo y la falta de árboles tendrían difícil construirlos en el suelo.




MOJÓN








Una señal de piedra dispuesta verticalmente y fijado al suelo en un punto, tradicionalmente es conocido como mojón de señalamiento permanente, que sirve para delimitar donde empiezan y donde acaban las propiedades, desde los tiempos cuando no había alambradas ni otra forma de dividir o marcar las parcelas, delimitar términos o fronteras, cotas de altura, distancias o la dirección de los caminos. Ni qué decir tiene el daño que se ocasiona si por capricho o maldad se destruyen estas señales. Si desaparece o aunque tan sólo se mueva un mojón.

INUKSHUK





Los turistas, también hacen sus propios mojones imitando los inukshuk, señales que dejan los inuit en las tierras heladas canadienses. En el Ártico tiene un sentido práctico o místico, porque lo dejan como testigo de su paso, para marcar una ruta, un lugar de pesca y en algunos casos para señalar un punto que concentra el poder de los espíritus inuit. Los excursionistas y trotamundos ociosos lo imitan arbitrariamente, se sacan la foto y se van, dejando tras de sí un ecosistema alterado. Esta costumbre empezó hace tres o cuatro lustros y los absurdos montículos, ya se levantan por todos los espacios que suelen ser visitados por los guiris. El material depende de lo que encuentren en la zona: Moviendo paredes, mojones de límites agrícolas o apriscos de ganado, muchos de ellos de mucha antigüedad. Parece que apilar rocas es algo inofensivo, pero no lo es. Que haya algún inukshuk, de vez en cuando no es un problema, pero en zonas en las que la densidad de estas pequeñas torres es importante, el lugar que ocupan altera el tránsito de la fauna. Si mueves las piedras, la vegetación desaparece rápidamente y destruyes sin querer el hogar y abrigo de los pocos animales que en estos parajes anidan, viven y se alimentan.