miércoles, 27 de diciembre de 2023

El País Vasco y el vascuence

 



El País Vasco y el vascuence 

El País Vasco o Euskal Herría, está dividido geográficamente en Iparralde y Hegoalde:

Hegoalde para denominar al conjunto de territorios vascos en España, que comprende la comunidad autónoma de Euskadi, también conocida como Las provincias Vascongadas (Vizcaya Álava y Guipúzcoa) y Navarra. Situadas en el Cantábrico oriental al norte de España.

Iparralde para denominar al conjunto de territorios vascos en Francia que comprende tres provincias (Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa) en el departamento francés, Pirineos Atlánticos.

El euskera, (vasco o vascuence) es el idioma propio de los euskaldunes. (Los Vascos). Lengua cooficial con el castellano, en Euskadi y la zona vascófona de Navarra.

Su origen se desconoce con exactitud aunque se barajan varias posibilidades:

Lengua originaria de los pueblos indoeuropeo.

Lengua originaria del Cáucaso.

El mismo origen que el Íbero.

Todos los lingüistas coinciden en que no existen fundamentos firmes sobre su origen pero sí en que es antiquísimo y que el misterio realmente es cómo ha sobrevivido.

De cualquier modo al permanecer geográficamente aislada fue poco influida por el íbero o el latín y a su vez influyó escasamente sobre las lenguas romance de la península Ibérica (español, catalán,  asturiano, y gallego) y el occitano gascón en Francia. Existen cientos de topónimos de origen vasco que confirman su extensión por provincias limítrofes sobre todo en La Rioja, Soria, Cantabria, Palencia y Burgos. Es probable que hacia el siglo I el euskera se hablara en el espacio comprendido entre los ríos Garona en Francia y el Ebro en España. Desde entonces, lleva siglos en retroceso, desde el punto de vista geográfico. En buena medida debido a las divisiones administrativas del territorio, a la fragmentación en dialectos, a la falta de reconocimiento oficial o estatal, así como por su escasa literatura que no surge hasta el siglo XVI.

Y aunque el euskera estuvo en peligro de desaparecer, siguió resistiendo.

En Francia, la Revolución francesa a finales del siglo XVIII llevó a la proclamación de la igualdad y una única lengua, el francés, con la consiguiente falta de reconocimiento oficial,  del resto de lenguas de ese país. En España, durante los siglos XIX y buena parte del XX el Estado era centralista, por lo que el euskera carecía de reconocimiento. Con la dictadura de Francisco Franco, el uso del euskera fue estigmatizado y perseguido sobre todo en las ciudades donde por hablar en este idioma, podían encarcelarte. Hasta las paredes escuchan, se decía, porque bastaba con la denuncia de un vecino.

A partir de los años 60 del siglo pasado, las zonas de fuerte migración desde otros lugares de España tanto en Guipúzcoa como en Vizcaya se produjeron focos de fuerte pérdida del euskera, pero la movilización ciudadana se manifestó a favor del euskera. Nació el euskera batúa, que ayudó a la normalización del idioma con un conjunto de normas gramaticales y ortográficas. A la muerte del dictador surgieron las ikastolas (escuelas donde se enseña el euskera), el idioma volvió a utilizarse en la enseñanza y renació la literatura de este idioma. La Constitución Española y el Estatuto de Guernica protegen el euskera y le equiparan con el castellano. Pero no ocurre lo mismo en Iparralde, porque en el estado francés el euskera carece de estatus oficial.

Hoy en España el euskera se reconoce como un bien cultural protegido y el futuro está asegurado. Se estima que unas 750.000 personas lo hablan habitualmente y otras 400.000 lo entienden, aunque no lo hablan con soltura. Y el aumento de vascohablantes, es progresivo desde inicios del siglo XXI.