viernes, 30 de diciembre de 2022

ESOS PÁJAROS NEGROS





ESOS PÁJAROS NEGROS

Estorninos o mirlos


En esta ocasión he elegido a esos pájaros negros que abundan en las áreas rurales y que en los veranos de mi niñez intenté cazar con cepos o tiragomas por los huertos o en las parvas de trigo de las eras de mi pueblo, Torresandino, en Burgos. Ave que vuela a la cazuela, se decía entonces. Pues en la actualidad la educación en el sentido de dar a conocer y proteger la naturaleza desde las escuelas sigue siendo nula. Para los políticos únicamente son caza.

La ignorancia lleva a muchas personas a creer que, tordos, zorzal, estorninos y mirlos son de la misma clase que los cuervos por la asociación del color negro. Trataré con mi propia experiencia y textos consultados de aclarar algunas dudas que hagan más fácil conocer las especies que habitan en la península Ibérica y gran parte de Europa.

El Mirlo, cuyo nombre en latín Turdus Merula es fácilmente identificable por algunos detalles si los comparamos con el Estornino en latín, Sturnus Unicolor. Este último en España es conocido indistintamente según la región, como: Zorzal común, y Tordo de Castilla. Pero no tienen nada que ver con los cuervos, grajillas y urracas.

Aunque puntualmente conviven otras variedades, no pasan todo el año en nuestro país, así pues únicamente me voy a referir a nuestros estorninos y mirlos, los que anidan, se reproducen aquí y no emigran.

El mirlo


Es más conocido por la gente por “el pájaro de color negro y pico naranja”. El macho pesa unos 120gramos, posee un plumaje negro brillante, patas oscuras, el pico y ojos llamativos de color naranja más intenso en el tiempo de cortejo, mientras que en las hembras el plumaje no es tan oscuro y algo marrón; en las crías más jaspeado y pardo. Ambos con el pico amarillo oscuro en vez del naranja vivo de los machos adultos. Son pájaros poco sociables y los vemos solos, o en parejas, siempre alerta porque es desconfiado y no forman grupos como los estorninos.

Suele frecuentar el césped de parques caminando a saltos porque es su forma de andar y escarbando para buscar su alimento fundamentalmente lombrices y gusanos, ocasiones que es fácil de ver. También forman parte de su dieta insectos, bayas o pequeños frutos. Los mirlos macho adultos, son una de las aves más llamativas de todas las que frecuentan nuestros jardines. En la temporada del celo al comenzar la primavera, desde antes del amanecer nos despierta con su canto de los más bonitos de todas las aves europeas, fuerte, aflautado, largo, suave y melodioso. El problema es que suele escoger horas intempestivas para cantar llamando a las hembras desde antes del amanecer. Su llamada de alerta avisando de algún peligro a sus congéneres es, por el contrario, chirriante y escandaloso. Hacen su nido en forma de copa con hierba seca y barro en huecos de árboles, hiedras o setos y ponen de 2 a 4 huevos de color verdoso que están incubando de 12 a 14 días y es bastante común hacer 2 nidadas.

El estornino


Muy común y abundante, es otro de esos “pájaros negros”. Se distingue claramente del mirlo común tanto por sus detalles como por sus hábitos. Otea desde los tejados o cables de la luz y no suelen bajar tanto al suelo en parques y jardines aunque sí en zonas más rurales. Por su aspecto, al compararlo con el mirlo tiene una envergadura con las alas triangulares extendidas similar pero inferior peso (70 a 100gramos) y también la longitud de la cola es más corta; en conjunto son sensiblemente más pequeños que los mirlos, aunque más compacto. De cerca observamos que el pico es oscuro, sin aureola amarilla en el ojo y tienen un plumaje que de lejos parece de color negro sobre todo en verano pero es grisáceo y tienen un vuelo rápido y directo. También son capaces de correr y caminar con confianza por el suelo sobre sus patas de color rojo.

Las diferencias no son sólo físicas, también existen en su forma de vida. Una vez pasada la época de reproducción, los estorninos viven en grandes bandos y verles volar al unísono es un espectáculo increíble. Se mueven como un todo, girando, subiendo, bajando haciendo quiebros repentinos, expandiéndose, contrayéndose, cambiando de dirección manteniendo una formación compacta. Cada estornino se mueve al compás de lo que hace el resto, independientemente del tamaño de la bandada, que reúne a veces a miles de aves. Suelen elegir árboles frondosos para posarse de modo que puedan permanecer todos juntos, con ruidosos chirridos que van cesando según va cayendo la noche.

Se alimentan principalmente de invertebrados, insectos, frutas, bayas y semillas; anidan en agujeros, huecos o cavidades de prácticamente cualquier lugar: árboles, edificios, tejados, farolas, etc… Las hembras ponen 4 huevos de un tono blanco azulado. Los polluelos nacen pasados 11 a 13 días de incubación y abandonan el nido transcurridos 21 días. Tanto el macho como la hembra son los responsables de construir el nido, incubar los huevos, y alimentar a sus polluelos. A veces hacen 2 nidadas por temporada.

El canto del estornino es muy diferente al del mirlo, más que canto se podría decir que son silbidos aunque también suelen imitar a otras aves.

Perjuicios y beneficios al campo


El principal problema que ocasionan al hombre lo causan cuando una bandada de estorninos baja al unísono para alimentarse en una granja, explotaciones de vacuno, porcino, ovino, o avícolas, porque son como una plaga que origina pérdidas económicas al campesino por lo que se comen o estropean en las viñas, campos de melocotones, arándanos, fresas, higos, manzanas, peras, cerezas y semillas plantadas en el otoño y la posibilidad de transmitir enfermedades al ganado. Finalmente la gran cantidad de heces que dejan son un foco, que además del riesgo higiénico y sanitario estos excrementos ocasionan problemas en las estructuras porque corroen la piedra, el metal, y otros materiales.

En contraposición hay que considerar los beneficios que estas aves proporcionan a los agricultores que se derivan de la ingente cantidad de insectos y orugas que son una parte muy importante de la dieta de estas aves sobre todo en el tiempo que están alimentando a sus crías. Sin ellas los agricultores tendrían que gastar mucho dinero y mano de obra para combatir la formación de plagas.

Un placer para la vista y el oído, conocerles mejor nos hará amarlos más.