viernes, 30 de diciembre de 2022

ESOS PÁJAROS NEGROS





ESOS PÁJAROS NEGROS

Estorninos o mirlos


En esta ocasión he elegido a esos pájaros negros que abundan en las áreas rurales y que en los veranos de mi niñez intenté cazar con cepos o tiragomas por los huertos o en las parvas de trigo de las eras de mi pueblo, Torresandino, en Burgos. Ave que vuela a la cazuela, se decía entonces. Pues en la actualidad la educación en el sentido de dar a conocer y proteger la naturaleza desde las escuelas sigue siendo nula. Para los políticos únicamente son caza.

La ignorancia lleva a muchas personas a creer que, tordos, zorzal, estorninos y mirlos son de la misma clase que los cuervos por la asociación del color negro. Trataré con mi propia experiencia y textos consultados de aclarar algunas dudas que hagan más fácil conocer las especies que habitan en la península Ibérica y gran parte de Europa.

El Mirlo, cuyo nombre en latín Turdus Merula es fácilmente identificable por algunos detalles si los comparamos con el Estornino en latín, Sturnus Unicolor. Este último en España es conocido indistintamente según la región, como: Zorzal común, y Tordo de Castilla. Pero no tienen nada que ver con los cuervos, grajillas y urracas.

Aunque puntualmente conviven otras variedades, no pasan todo el año en nuestro país, así pues únicamente me voy a referir a nuestros estorninos y mirlos, los que anidan, se reproducen aquí y no emigran.

El mirlo


Es más conocido por la gente por “el pájaro de color negro y pico naranja”. El macho pesa unos 120gramos, posee un plumaje negro brillante, patas oscuras, el pico y ojos llamativos de color naranja más intenso en el tiempo de cortejo, mientras que en las hembras el plumaje no es tan oscuro y algo marrón; en las crías más jaspeado y pardo. Ambos con el pico amarillo oscuro en vez del naranja vivo de los machos adultos. Son pájaros poco sociables y los vemos solos, o en parejas, siempre alerta porque es desconfiado y no forman grupos como los estorninos.

Suele frecuentar el césped de parques caminando a saltos porque es su forma de andar y escarbando para buscar su alimento fundamentalmente lombrices y gusanos, ocasiones que es fácil de ver. También forman parte de su dieta insectos, bayas o pequeños frutos. Los mirlos macho adultos, son una de las aves más llamativas de todas las que frecuentan nuestros jardines. En la temporada del celo al comenzar la primavera, desde antes del amanecer nos despierta con su canto de los más bonitos de todas las aves europeas, fuerte, aflautado, largo, suave y melodioso. El problema es que suele escoger horas intempestivas para cantar llamando a las hembras desde antes del amanecer. Su llamada de alerta avisando de algún peligro a sus congéneres es, por el contrario, chirriante y escandaloso. Hacen su nido en forma de copa con hierba seca y barro en huecos de árboles, hiedras o setos y ponen de 2 a 4 huevos de color verdoso que están incubando de 12 a 14 días y es bastante común hacer 2 nidadas.

El estornino


Muy común y abundante, es otro de esos “pájaros negros”. Se distingue claramente del mirlo común tanto por sus detalles como por sus hábitos. Otea desde los tejados o cables de la luz y no suelen bajar tanto al suelo en parques y jardines aunque sí en zonas más rurales. Por su aspecto, al compararlo con el mirlo tiene una envergadura con las alas triangulares extendidas similar pero inferior peso (70 a 100gramos) y también la longitud de la cola es más corta; en conjunto son sensiblemente más pequeños que los mirlos, aunque más compacto. De cerca observamos que el pico es oscuro, sin aureola amarilla en el ojo y tienen un plumaje que de lejos parece de color negro sobre todo en verano pero es grisáceo y tienen un vuelo rápido y directo. También son capaces de correr y caminar con confianza por el suelo sobre sus patas de color rojo.

Las diferencias no son sólo físicas, también existen en su forma de vida. Una vez pasada la época de reproducción, los estorninos viven en grandes bandos y verles volar al unísono es un espectáculo increíble. Se mueven como un todo, girando, subiendo, bajando haciendo quiebros repentinos, expandiéndose, contrayéndose, cambiando de dirección manteniendo una formación compacta. Cada estornino se mueve al compás de lo que hace el resto, independientemente del tamaño de la bandada, que reúne a veces a miles de aves. Suelen elegir árboles frondosos para posarse de modo que puedan permanecer todos juntos, con ruidosos chirridos que van cesando según va cayendo la noche.

Se alimentan principalmente de invertebrados, insectos, frutas, bayas y semillas; anidan en agujeros, huecos o cavidades de prácticamente cualquier lugar: árboles, edificios, tejados, farolas, etc… Las hembras ponen 4 huevos de un tono blanco azulado. Los polluelos nacen pasados 11 a 13 días de incubación y abandonan el nido transcurridos 21 días. Tanto el macho como la hembra son los responsables de construir el nido, incubar los huevos, y alimentar a sus polluelos. A veces hacen 2 nidadas por temporada.

El canto del estornino es muy diferente al del mirlo, más que canto se podría decir que son silbidos aunque también suelen imitar a otras aves.

Perjuicios y beneficios al campo


El principal problema que ocasionan al hombre lo causan cuando una bandada de estorninos baja al unísono para alimentarse en una granja, explotaciones de vacuno, porcino, ovino, o avícolas, porque son como una plaga que origina pérdidas económicas al campesino por lo que se comen o estropean en las viñas, campos de melocotones, arándanos, fresas, higos, manzanas, peras, cerezas y semillas plantadas en el otoño y la posibilidad de transmitir enfermedades al ganado. Finalmente la gran cantidad de heces que dejan son un foco, que además del riesgo higiénico y sanitario estos excrementos ocasionan problemas en las estructuras porque corroen la piedra, el metal, y otros materiales.

En contraposición hay que considerar los beneficios que estas aves proporcionan a los agricultores que se derivan de la ingente cantidad de insectos y orugas que son una parte muy importante de la dieta de estas aves sobre todo en el tiempo que están alimentando a sus crías. Sin ellas los agricultores tendrían que gastar mucho dinero y mano de obra para combatir la formación de plagas.

Un placer para la vista y el oído, conocerles mejor nos hará amarlos más.


martes, 15 de noviembre de 2022

TODOS NO SON GALLOS

 


El piolín no llegó a gallo


A mi nieto le regalaron un pollito de gallina, todo amarillo. ¡Qué bonito! Un juguete más al que llamó Piolín. Pronto el animal creció y al niño le resultaba difícil retenerle en sus juegos infantiles, así que como ocurre siempre, su cuidado y alimentación pasó a ser tarea del abuelo y la abuela.

No le dimos mayor importancia hasta que en apenas tres meses comprobamos que el pequeñín se estaba transformando en un arrogante animal, de cabeza adornada con cresta roja, pico corto duro y grueso, el cuello y la cola levantada con mucho garbo y su incipiente color amarillo había mudado por un plumaje blanco que delataba su origen de gallinero industrial. Todo un adulto.

Puedo decir que en Torresandino, el pueblo donde nací, la mayoría de los vecinos criábamos en la cuadra o el corral gallinas suficientes para retirar del nidal los huevos necesarios para el consumo diario y dejar de vez en cuando una docena de estos para incubar por alguna gallina clueca y mantener la colonia en el gallinero; muy importante para proveernos de proteínas en aquella época del siglo pasado conocida como la posguerra. Por lo tanto los abuelos estábamos familiarizados en que cuando un animal de los llamados domésticos o de corral alcanzaba el tamaño adecuado, no procedía seguir alimentándolo y pasaba a formar parte del menú de la fiesta patronal, la nochebuena o para celebrar algún cumpleaños. Así que un día que estábamos solos, nos pareció propicio para darle “matarile” a Piolín. Cuánto trabajo dio y menudo escándalo nos armó el condenado. Sale a cuenta ir al mercado porque te lo venden ya matado y pelado, lo que se dice mondo y lirondo.

El desenlace tenía que llegar pero la estrategia para ocultar el deceso de Piolín no nos dio resultado. Creíamos que en pepitoria no sería reconocido pero fue horrible. Algunas pistas quedaron sin borrar y fueron apareciendo evidenciando las primeras suspicacias e incluso en el ambiente parecía flotar un lastimoso cacaraqueo que delataba el “avicidio” hasta el punto que nuestras mentiras y justificaciones resultaban inútiles e impedían una pitanza satisfactoria. Finalmente todos estábamos inapetentes y el guiso de pollo acabó en la bolsa de la basura.



El que avisó a san pedro, no fue un gallo


Según San Mateo, Jesús le dijo a Pedro: En verdad te digo que tú, hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Pedro se acordó de lo que el Maestro le había dicho, cuándo por tercera vez negó conocer a Jesús, porque al instante resonó nítido en la noche el canto de ese animal por segunda vez y lloró.

Con el canto del gallo en aquella época se referían en realidad, a una señal horaria que se emitía con una especie de clarines que los romanos llamaban el gallicinium, al final de la tercera vigilia de la noche, que según la división griega y romana del día abarcaba desde la medianoche a cerca de las tres de la madrugada.

Se encargaban de ello los guardias romanos estacionados en las escalinatas de la Fortaleza Antonia de Jerusalén, siendo un sonido con cierto parecido al canto de un gallo. Fuese cual fuese el origen del cacareo, así está escrito.



Los de pelea, estos sí son muy gallos


El origen de las peleas de gallos se remonta a la edad de hierro y su origen asiático donde el animal salvaje se domesticó y empezó la selección y crianza entre los maharajás. Tal era la popularidad de estos combates en Asia menor, que los fenicios, por el hecho de dedicarse al transporte comercial lo exportaron por el mundo entonces conocido ayudando a la difusión de esta costumbre por el Mediterráneo.

Entre los entusiastas de la antigüedad puedo nombrar a Alejandro Magno (356-323 a.C.) el cual, dicen que acostumbraba a organizar peleas de gallos las noches antes de una batalla.

Los griegos expandieron su pasión por estos animales de pelea por todos sus dominios y áreas de influencias, pues arraigó bien en Francia y España. El gallo de pelea español procede del gallo salvaje mediterráneo.

Mucho después los romanos pasaron esta afición a las Islas Británicas, donde fue igualmente adoptada, con muchos aficionados tanto entre los cortesanos como por la milicia y en el pueblo llano hasta los campesinos más pobres.

Tras la colonización de América la cría de gallos de raza española se extendió por el nuevo mundo y alcanzaría el auge con que ha llegado hasta nuestros días.

En la actualidad está decayendo en muchos países debido a la prohibición de peleas pero con grandes entusiastas que siguen buscando el combatiente ideal mediante cruces entre razas

En España hay que destacar que especialmente en Andalucía y Canarias, son los lugares de este país, donde se permiten las pruebas de selección para la cría y fomento del gallo de pelea Se puede decir que estamos entrado en una nueva

etapa en la que se antepone el valor de la raza a todo lo demás, en definitiva se antepone la cultura de un ave ancestral.



Trazabilidad alimentaria de los pollos


Sirve como tarjeta de identidad para identificar la procedencia de cada animal, la raza, el criador y otros datos a tener en cuenta:

La genética del animal. Hay infinidad de razas.

La procedencia autóctona o foránea.

Gallinas enanas, doméstica, ponedoras o de engorde.

Pollo de corral (o campero) y pollos de granja (o industriales).

Por su destino en la mesa: Ecológico, capón, pularda, picantón...

La diferencia más notable es el precio, que llega a duplicarse y triplicarse de unas variedades a otras.

Por su plumaje porque coexisten en todas las gamas de colores.

Su piel amarilla o rosada.

La carne varía también de unos ejemplares a otros resultando más o menos consistente, más grasiento, con mayor adherencia al hueso o de sabor más o menos intenso.

Pero, ¿por qué se llegan a dar estas diferencia?

El campero es de estructura ósea más esbelta, de colores variados y crecimiento mucho más lento por su forma de vida. La dieta a base de cereales alfalfa y verduras no lleva aditivos para el crecimiento y vive con cierta libertad en el campo o el corral.

Los pollos industriales más comunes son blancos, crecen hacinados en jaulas que limitan su movilidad y son alimentados con piensos de engorde, lo cual aumenta el nivel de estrés del animal y reduce su calidad de vida.

El pollo industrial en mes y medio (menos si se usan hormonas de crecimiento). En cambio el de corral se sacrifica con un mínimo de tres meses. En ese tiempo extra la carne alcanza mayor calidad.

Y el caso, de los pollos ecológicos es una subdivisión de los camperos pero con criterio más exigente respecto a lo natural puesto que no admite piensos modificados genéticamente, o tratados con fertilizantes, pesticidas, antibióticos o aditivos. Esto al criador le cuesta másgicos, dinero, porque requiere de más tiempo para crecer, los alimentos son más caros y no se crían tantos a la vez.

Estos factores no sólo afectan al precio, también dan como resultado una carne menos grasa, nutritiva, saludable y de sabor más intenso.

Capón se le llama al pollo que se ha castrado para facilitar su engorde y pularda es el equivalente en hembra a la cual se le ha quitado un ovario para que no ponga huevos. Tanto uno como otra son cebados durante seis meses y su carne es más tierna porque tiene más grasa infiltrada y por consiguiente más sabor. Pueden superar los cinco kilos.

Variedad de recetas en la cocina. En realidad son innumerables la cantidad de platos que se preparan con esta ave. Enumeraré algunos de nuestro país, pero son muchos más a lo largo y ancho del mundo.

Asado al horno, menestra de pollo, guisado, alitas fritas, al curri, al ajillo, al chilindrón, en pepitoria, pechuga albardada, a la plancha, en escabeche, en brocheta, adobado, a las finas hierbas etc...



domingo, 2 de octubre de 2022

EL GORRIÓN


 

El gorrión

Hoy me voy a explayar hablando del gorrión o pardal como le llaman en alguna región, esos pájaros urbanitas que no se van porque son sedentarios. De las aves la más común por su abundancia, originaria de Eurasia y norte de África extendida por todo el mundo, exceptuando los polos del planeta.

 
               


Recuerdo mi infancia en Torresandino, el pueblo burgalés, donde pasé las primeras aventuras. Corrían los primeros años de la década de los 60 y como la mayoría de los niños colocaba cepos de alambre acerada para cazarlos; los llamábamos pilla-pájaros y si no conseguí cifras cuantiosas fue por mi inexperiencia, pero en las zonas agrícolas era algo habitual para los niños de la época, entretenimiento aplaudido por los mayores siempre en guerra con las aves por los granos que les robaban. Hoy he de entonar el “mea culpa”, lo reconozco.

Naturalmente las personas han cambiado en ese sentido y si bien aún quedan depredadores, son mayoría los que intentan en la medida de sus posibilidades proteger la fauna y la flora, pero ahí está la paradoja, los gorriones están disminuyendo hasta el punto, que se estima que en Europa han desaparecido en los últimos diez años en torno al 50%. Ese porcentaje equivale a una cifra por encima de 30 millones. Preocupante. Por esta razón de emergencia, se merecen que hable de ellos.

Se les reconoce por el color:


                                                




De jóvenes todos los ejemplares tienen el color de las hembras adultas, la cabeza de un gris tirando a oliváceo, las alas cubiertas de plumas color marrón de discretas tonalidades de oscuro, una banda blanca y marcas negras. El vientre gris pardo que clarea por la zona anal y las de la cola de un pardo grisáceo similar a las del macho. Se camufla bien en el terreno.


                                                       
                     
El macho tiene el plumaje de la parte inferior y en la parte de las mejillas gris casi blanco, con una mancha negra en la parte del pecho similar a los baberos de los bebés que sube por el cuello rodea el pico y forma una especie de antifaz alrededor de los ojos y en el entrecejo. La cabeza es gris por encima de ojos y pico pero color marrón oscuro en los laterales hacia la espalda. Las alas son entreveradas de tonos marrón, más vivos que los de la hembra, una pluma blanca y marcas negras; las de la cola son pardo grisáceas.




En época de aparearse, el macho cambia el color del pico; normalmente de un tono marrón en ambos, muda al negro que muestra orgulloso en el cortejo para atraer a la hembra. Inflan el plumaje del pecho como si quisieran parecer más fuertes ante ella, abren parcialmente las alas y se contonean girando de costado. A veces otros machos intervienen disputándosela en una pelea.



                                  
El peso aproximado es de unos 30 gramos, el macho algo más y la longitud total es de 14 a 16cm. Aunque de pequeño tamaño es robusto, tiene las patas fuertes rosáceas y cortas. El pico grueso cónico muy adaptado para su alimentación de granos, semillas, larvas e insectos como langosta y saltamontes. Los restos de comida que encuentran en nuestro entorno son muy bien aceptados.

 



Cuando en la cercanía hay personas comiendo, son osados, atrevidos y descarados pero también tienen desconfianza, son huidizos y esquivos. Con saltitos se aleja porque no camina, o en un vuelo corto abandona el lugar para volver si no aprecia ningún peligro. Compite con las palomas por un trozo de pan pero no es agresivo.


 





Fuera del periodo de reproducción se suelen agrupar para volar porque parece que les transmite seguridad e igualmente en bandada buscan para dormir el abrigo en árboles de hoja perenne o arbustos frondosos con gran bullicio hasta que cada uno encuentra un lugar.

Viven de tres a cinco años y anidan desde abril a agosto construyendo su hogar en hendiduras de paredes, muros o tejados con ramitas entrelazadas y acabado con plumas, paja, hojas secas, papel, fibras de algodón o lana para hacer el nido cálido y confortable. La hembra pone de 3 a 5 huevos que incuban ambos durante dos semanas. A las crías las llamamos gurriatos.

No creo que haya gente que no distinga estas criaturas que nos han acompañado desde que vivíamos en cuevas, pero de tanto verlos entre nosotros en la calle, en el parque, en tejados y terrazas nos pasan desapercibidos, no nos damos cuenta de su eterna vecindad pero compartimos hábitat. Por cierto cuando una aldea queda despoblada de humanos, las colonias de gorriones también se van a buscar otro lugar habitado.

Siempre han tenido como enemigo a:

Los labradores, porque dicen que les roban semillas.

Los granjeros, al parecer se comen el pienso de sus animales.

Los hortelanos, que se quejan que picotean las frutas y hortalizas depreciando su valor.

Las empresas de alimentación, porque dicen que invaden los almacenes y manchan los productos que luego hay que desinfectar o tirar.

Incluso los restaurantes, se movilizan para impedirles acercarse a las mesas donde buscan los restos de comida de los clientes.

Unos y otros tratan de ahuyentarlos colocando espantapájaros y otros ingenios ruidosos o de movimientos, para asustarles y que no vuelvan.

Pero el problema de la disminución tiene más relación con lo siguiente:

La arquitectura actual no deja a los gorriones posibilidad de anidar, porque no quedan grietas ni hendiduras.

Los gatos, depredador natural cada vez más abundantes.

El cambio climático.

La contaminación medioambiental cargada de dióxido de carbono de las ciudades, por la expulsión de productos químicos industriales, nocivos para el género humano pero mucho más letal para estas aves.

El uso y abuso en el campo, de insecticidas y herbicidas que acaban con algunas plagas de insectos, pero también envenena a los gorriones puesto que forman parte de su dieta.

Y la contaminación por ondas electromagnéticas de antenas repetidoras de telefonía, nocivas incluso para los humanos.

Los gorriones pueden ser por ello indicadores de peligro biológico si vigilamos su comportamiento dada su fragilidad, porque la calidad del aire les afecta antes que a nosotros. Los mineros solían meter con ellos un canario que se moría si había gas, pero a ellos les daba tiempo para salir al exterior.

Su pérdida daría lugar a la aparición de ciertas plagas de moscas, mosquitos, langosta y otros insectos portadores de enfermedades graves.

¿Podemos hacer algo para ayudarles? Como ciudadanos colaborar siguiendo las instrucciones que nos indiquen los organismos de protección de la naturaleza y puesto que las acciones tomadas hasta ahora no son a todas luces suficientes para proteger las especies animales, debemos manifestarnos, alzar la voz instando a tomar soluciones por el bien del planeta, antes de que sea ya tarde.

No estaría mal colocar en nuestra terraza algún nido o comedero donde poner semillas en los duros días de invierno. Artesanal o comprado para tal fin en supermercados. Puede ser divertido a la vez que didáctico para los niños.

lunes, 5 de septiembre de 2022

Iglesia de Torresandino





Iglesia de Torresandino:

La iglesia de la villa cascona está dedicada al Santo Patrón, San Martín Obispo. Se ubica junto al Ayuntamiento en una parte elevada del centro. La parte más antigua, es decir la torre campanario, se construyó en estilo románico tardío en el siglo XIII, reutilizando parte de las piedras de la fortificación medieval que dio origen y nombre a la villa, la torre del Señor Sendino, que en esta época ya estaba obsoleta. De este primer momento constructivo serían también dos columnas situadas al inicio del actual crucero, así como la entrada principal, adornada con siete arcos apuntados superpuestos del románico tardío y sobre ella en la fachada, cinco originales arquillos ciegos.









El trazado románico original sufrió múltiples reformas en los siglos XIV y XV que fueron transformando el edificio con nervaduras de estilo gótico que se pueden observar en el techo de la fábrica antigua.

En el siglo XVI decidieron edificar un templo nuevo renacentista y para ello se contrató una cuadrilla de maestros canteros según consta en los Archivos Históricos de Burgos, dirigidos por Juan de la Puente, discípulo de Rodrigo Gil de Ontañón, el que fuera arquitecto mayor de la construcción de la catedral de Segovia y la de Salamanca. Otros con experiencia notable eran Martín de Bérriz y Juan de Ibiñarriaga, que habían trabajado a las órdenes de Juan de Herrera en el Monasterio del Escorial. En septiembre del año 1568 empezaron por el ábside, para seguir con el presbiterio y un nuevo crucero.

El propósito era continuar hasta sustituir totalmente lo antiguo con un magnífico edificio de mayor longitud, amplitud y techos más altos. Pero la gran remodelación se suspendió tres años después por causas económicas. Al detener el proyecto, se fusionó la parte nueva con la vieja quedando diáfano su interior al retirar el ábside antiguo. Esta es la razón del aspecto actual de obra inacabada. Así fue como se salvó la parte del templo románico que aún hoy apreciamos los parroquianos y es un referente en el denominado románico del Esgueva.










En su interior tenemos una iglesia con planta de cruz latina, de cúpula alta en el crucero y en el cañón del transepto que se reduce de forma natural en el presbiterio hacia el ábside y se repite hacia atrás. De la parte original queda, la nave principal con pequeñas capillas y atrás el coro elevado bajo la torre campanario.









El retablo mayor data de la segunda mitad del siglo XVII y es de estilo barroco dorado. La parte inferior, que sirve de base, se llama banco de retablo y es, sobre el centro de este, donde se encuentra el sagrario. A ambos lados, varios bajorrelieves representando escenas de catequesis como medio didáctico, al mismo nivel. Por encima, tres cuerpos cada uno de tres calles verticales. En la central del primero, está el santo patrón de la parroquia, San Martín Obispo partiendo su capa con un pobre. Sobre él, en el segundo cuerpo, la Ascensión de Nuestra Señora y en el ático, Cristo Crucificado. En las puertas de las calles de la derecha e izquierda se muestran tablas sobre lienzos con pinturas de personas próximas a Jesús. Respectivamente: San Pedro Apóstol y San Juan Bautista degollado. San Pablo y San José con el niño Jesús. Adornan el conjunto cuatro columnas clásicas con capitel corintio y fuste estriado.








Un elemento que destaca en el interior es una talla gótica, que data de finales del siglo XII o principios del XIII, de Nuestra Señora de los Valles, que originalmente se encontraba en el monasterio del mismo nombre perteneciente en su día a la orden de Carmelitas Calzados, hoy en ruinas. Preside un retablo barroco del s. XVIII que comparte con San Martín de Tours a su derecha y San Juan Bautista, separados por cuatro columnas clásicas con capitel corintio y fuste salomónico.








A la izquierda de la nave principal (parte antigua) tenemos una capilla a tener en cuenta. Instalado en un retablo de madera ennegrecida de la segunda mitad del siglo XVII, llama la atención un Cristo en el descendimiento con un brazo descolgado, con formas y trazas góticas de mediados del siglo XIV.








En el lado derecho de la nave central y frente al retablo anterior, está el dedicado a nuestra Señora la Virgen de Carmen, que el día 16 de julio sacamos en carroza por las calles del pueblo, bailando en su honor entre vítores y vivas.








A la dcha. de la nave central en el transepto, imagen barroca gótico tardía de la Virgen del Rosario con el niño realizada en el siglo XV a XVI que se complementa con otra talla barroca de Santa Teresa, en el ático. El retablo es de la 2ª mitad del siglo XVII.

A la izda. de la nave central en el transepto, retablo de finales del siglo XVIII dedicado a San Vicente Mártir, que se completa con San Andrés Apóstol en el ático.

Por motivos obvios, en un pueblo que se dedica principalmente a la labranza, San Isidro Labrador tiene también su espacio, aunque la fe y las rogativas que antaño se le dedicaba pasaron a la historia.

La pila bautismal de gran tamaño que hoy ocupa un lugar destacado en el crucero es del siglo XVII con trazas renacentistas y que bien podría atribuirse su manufactura al maestro cantero Juan de Ibiñarriaga.









Fuentes:

“El maestro de cantería Juan de la puente. Obras burgalesas.”; Alberto Cayetano Ibáñez Pérez; Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología: BSAA, 1989, N.55, pags.307-322 (Universidad de Valladolid)

“Lo que dicen unos «papeles» sociales del siglo XVI que hay en Guernica”; Florencio Amador Carrandi; Revista internacional de los estudios vascos, RIEV, ISSN 0212-7016, Vol. 24, Nº. 3, 1933, págs. 359-361

 

 

 

 

 

 

 

 

 

jueves, 11 de agosto de 2022

LAS BODEGAS DEL CASTILLO

 

Como ermitas al dios Baco, en las cuestas del paraje que en Torresandino llamamos El Castillo, proliferaban varias docenas de cuevas subterráneas excavadas con mucho trabajo, mucha voluntad y no menos tesón. Nuestros antepasados de hace más de doscientos años,  emprendieron la tarea con ahínco, picando a mano la arcilla con una simple azuela hasta conseguir profundidad de entre 9 y 12 metros y amplitud suficiente para dar cabida a grandes toneles, buscando en las entrañas de la tierra las mejores condiciones de humedad, temperatura entre 14 y 16 ºC durante todo el año y el silencio y reposo de esas estancias para la fermentación de los mostos extraídos de la uva del majuelo propio y la conservación de los vinos elaborados con mimo, para el consumo

 familiar.



 Hacia el mediodía como si fuera un protocolo, el cabeza de familia dando un pequeño paseo se acercaba a la bodega con el jarro de barro o un pequeño garrafón, para llevar al hogar lo necesario para el día y disfrutar del vino que bajando las escaleras siempre lo encontraba fresquito. El porrón era un elemento permanente en nuestras mesas y la bota de cuero compañera del labrador, cuando estaba de laboreo en las viñas o por los campos de cereales.

Se pasaban muchos ratos con los amigos, charlando a la tenue luz de una vela apoyada sobre la cuba, con un vaso en la mano degustando el caldo de la última vendimia o bien a la entrada que llamaban el contador, donde se merendaba o almorzaba, de parrilla, escabeche o fardelejo. Mientras disfrutaban de las viandas y el vino, se platicaba sin reservas entre personas. Vecinos de Torresandino, sin distinción de clases, en la bodega todos iguales: El pastor, el hortelano, el secretario, el alguacil, el herrero, el veterinario y el señor cura. Y en las venerables paredes bien podían haber quedado, grabado, secretos de alcoba, de confesionario o de estado y sobre todo el eco de muchas jotas. Qué bien sonaba, la acústica ayudaba y la juerga era propicia los días de fiesta.Así era por no tener otras diversiones, pero ya desde hace tiempo esto fue cambiando, quedando en el destierro del olvido.

 


 Nuevas tecnologías invaden los hogares y los cascones sucumben ante los eficaces frigoríficos dejando las  bodegas abandonadas a su suerte, que no es otra que la seguida ya por la mayoría, derrumbarse y desaparecer.

                                   

Los usuarios en sus reiteradas idas y venidas habían hollado el camino, pero desde que quedó abandonado no lleva a ningún lugar, empezó a desaparecer engullido por espinos, ortigas y cardos. Solo en algunos tramos se puede intuir que alguna vez estuvo allí.

                                 

Dos acacias aguantan estoicas el paso del tiempo. Como centinelas que fueron testigos vivos de tantas fiestas espontáneas alegres y bulliciosas en las tardes y noches estivales tendrían mucho que contar. Podrían recuperar de entre sus raíces las memorias de los que ahogaban sus penas con un clarete de paladar fácil y acababan durmiendo la mona al raso, las tribulaciones de los enamorados por escabullirse del grupo para dar paso a su pasión, un joven que se creyó frustrado en el amor por el efecto de la chispa espontánea del alcohol o alguna joven que a la luz de las estrellas, perdió su candidez.

                                  

Mención especial se merecen media docena de bodegas, próximas a la población que permanecen gracias al tesón de sus propietarios. Desde luego, son ejemplo muy loable, que se merecería la consideración de Bien de Interés Cultural.

viernes, 15 de julio de 2022

Viva la Virgen del Carmen

 

¡¡¡Viva la Virgen del Carmen!!!

¡¡¡ Vivaaa !!! 

Es María, con Jesús en brazos portando la corona, los hábitos de la cofradía y el escapulario. Pero todos decimos nuestra Virgen del Carmen.

Pequeñita, pero es tan bonita...

Es la patrona, de Torresandino y la imagen más venerada de los cascones. Las fiestas en su honor se celebran según la costumbre muy arraigada aquí y en otros muchos pueblos y ciudades de España. Por todo el mundo se repite esta advocación del 16 de julio.

El ambiente es el de grandes fiestas con pregón, romerías, comidas de fraternidad, espectáculos, atracciones para todas las edades, pero sobre todos los actos prevalece la misa mayor concelebrada y la procesión por las calles del pueblo con la venerada imagen en su bella carroza acompañada de autoridades, vecinos y foráneos. Mención especial el grupo de danzas regionales y dulzaineros local que nos deleitan con su saber hacer y a los sones de la música, decenas de voluntarios salen delante de la comitiva para bailar la jota tradicional, avanzando de espaldas para no dar la espalda a la imagen entre vítores a la Virgen.

¿Por qué todos la llamamos Carmen, Virgen del Carmen, Ntra. Señora del Carmen? ¿Por qué no María, Virgen María?

Proviene del monte Carmelo en Tierra Santa, hoy el actual Israel entre el Mediterráneo y el valle Jezreel. Allí se instalaron unos eremitas en el siglo XIII que veneraban a Sta. María y a mediados de siglo construyeron la primera iglesia dedicada a ella y fundaron la orden de los carmelitas. El día 16 de julio de 1251 se le apareció la imagen al superior de la misma, San Simón Sock, el cual le añadió el sobrenombre de Stela Maris (Estrella de los mares). La aparición dio lugar a que se popularizase como Santa María del Monte Carmelo.

Así fue como se pasó a denominar la Virgen del Carmen. A día de hoy se sigue celebrando en esa misma fecha y son muchos los que ponen a sus hijas o hijos: Carmen, Carmelo o Karmele. Obviamente, a los niños el fervor les viene desde la cuna.

Los misioneros españoles llevaron la devoción a América cuando la colonización, por eso se celebra esta festividad por varios países de ultramar desde el siglo XVI.

También es la patrona de marinos pescadores y de todos los hombres que viven del mar. De la Armada española lo es desde 1901.

El escapulario de la Virgen del Carmen identifica a quien lo lleva como perteneciente a una orden, la del Carmen y debe estar bendecido por un sacerdote. Es un signo externo que distingue a quien es seguidor de la devoción mariana, de color marrón y lleva en un lado la imagen de la Virgen y del otro el corazón de Jesús. Pero sin duda todos los de este pueblo, cofrades o no, la sienten como su protectora, sienten orgullo de tenerla como patrona y la llevan en el corazón.

 

¡¡¡Viva la Virgen del Carmen!!!


jueves, 9 de junio de 2022

LOS ÁRBOLES

 

LOS ÁRBOLES

 

Ahora desearíamos que volviera a cubrirse el paisaje castellano con extensos bosques de encinas, enebros y robles, mezclados con retama, carrasca, brezos y esquena, como nos consta que lo estaba en la Edad Media. Ojalá fuésemos capaces de devolver la vegetación de aquella estampa que imaginamos, para que con su presencia evidenciasen que los hombres habrían recuperado la razón y que al fin, reconocen las innumerables ventajas que aportan a la tierra, ya conocidas y apreciadas por nuestros antepasados como lo atestiguan documentos de la antigüedad. Se sabe que utilizaban los bosques de modo sostenible manteniendo grandes superficies desde tiempos inmemorables hasta la Edad Contemporánea. Pero también sabemos que llegó a tener un valor elevado y por enriquecerse, en los siglos XIX y XX atacaron sin miramientos los bosques con hachas y sierras, talando incluso hasta los más distinguidos ejemplares.

Eso era común al sur y sudoeste de la provincia de Burgos y en mi pueblo, Torresandino no lo fue menos. Buena parte de nuestros límites lo ocupaba el monte que por la abundancia de monte bajo y carrasca de encina llamaban El Carrascal. Quién pudiera tener ahora semejante riqueza arbórea.

Podemos lapidar la discusión con la conocida expresión:

“Mataron la gallina de los huevos de oro”.

Se puede atribuir al árbol una larga lista de favores y por señalar alguno de ellos, indicaríamos que son fuente energética por su aportación de leña para calentar el hogar y carbón para la industria. Elemento de primer orden en la construcción y amueblado de la casa. Materia prima en la industria papelera además de multitud de útiles y herramientas. Complementa la dieta humana dándonos fruta fresca como manzanas, peras, cerezas y ciruelas o secos como nueces, almendras, avellanas, piñones etc...Tomados tal cual o en zumo, jarabe, repostería y otros usos de cocina. Bellotas, hojas verdes e innumerables bayas son sustento importante en el pastoreo de cerdos, ovejas, caballos, cabras y atraen una variada fauna de aves, mamíferos y otras especies inferiores. Los suelos se vuelven fértiles en su entorno porque las raíces, el follaje de las ramas, los líquenes y los musgos retienen el agua de lluvia, protege del frío y heladas extremas a los campos próximos de cereales y la descomposición de las hojas caídas, es una fuente de humus que produce el compost que fecunda el terreno dando lugar a la actividad micológica del bosque.

No se puede asegurar que la corona no se preocupara de este tema, especialmente los Reyes Católicos y Felipe II manteniéndose la preocupación oficial que estuvo latente sobre todo los siglos XVI a XVIII. Quizás no estuvieron a la altura deseada las autoridades locales y las roturaciones y los abusos en la explotación hizo avanzar el deterioro y desaparecer algunos montes, lo cual beneficiaba a la expansión de la actividad agraria pero perjudicaba al pastoreo, dando lugar a disputas y desavenencias que por lo general terminaban en conflictos y demandas entre gremios, vecinos y pueblos.

Viejos litigios por los derechos a pastos o leñas entre Roa y el concejo de Nava, Entre Sotillo y La Horra, Torresandino y Villafruela, Tórtoles y Castrillo etc... Así lo corroboran los documentos sobre los largos y casi permanentes pleitos mantenidos.

Pero también han llegado hasta nuestros días, noticias de concordia como el acuerdo adoptado por Torresandino y Villovela de Esgueva, prohibiendo y sancionando con multas elevadas, para evitar que se cortase por pie y respetar la rotación para la tala, con el beneplácito de ambos pueblos.

Como decía en el primer párrafo, sería deseable que volviera a cubrirse el paisaje castellano con extensos bosques pero si al menos alcanzásemos en este siglo XXI un 10% podríamos darnos por satisfechos por el deber cumplido porque en la actualidad solo sobreviven los chopos y vegetación de ribera.

¿Quién sabe? al menos se dan pequeños indicios en algunas laderas de nuestro entorno. Esperemos con fe y quizás, tal vez, las nuevas generaciones vengan con el paso cambiado y se recupere para nuestros tataranietos lo que arrancaron nuestros tatarabuelos.

miércoles, 18 de mayo de 2022

Al corazón por el estómago

Al corazón por el estómago. 

A una amiga mía, utilizando términos culinarios digamos que se le había pasado el arroz, pero yo le repetía insistentemente:

 ¡Al hombre se le conquista por el estómago! 

Hasta que siguiendo mis consejos se apuntó a clases de cocina y antes de terminar el curso se casó. Tengo verdadero interés de conocer cómo le va la conquista.

 Dejando de lado los chascarrillos, yo en mi condición masculina tengo cubiertas mis necesidades y no necesito seducir a nadie, pero en mis actividades comerciales siempre lo tengo en cuenta si el asunto es importante y mis mejores resultados los conseguí invitando a mis clientes, generalmente un reducido grupo de empresarios del norte de Europa, a comer en la sociedad gastronómica a la que pertenezco.

 Allí me meto en faena y me transformo. Soy el chef en la cocina y el maître en el comedor, pero para que no estén aburridos pido su colaboración en la tarea y solícitos me atienden, aunque su torpeza denota que su noción sobre este arte no va más allá de hacer unos huevos pasados por agua. Sin embargo les pongo el delantal y dirigidos por mí les resulta divertido. 

Puedo asegurar, que en una ocasión conseguí una estupenda transacción gracias a que entre bromas y chanzas el tipo se pudo hacer fotos con el gorro de cocinero, alzando un enorme cuchillo con una mano y abrazando con la otra un jamón ibérico; la gracia que le hizo el poder presentar aquella evidencia de su divertimento fue tal que me lo gané.

 Pero lo normal siempre, las mejores armas que en la cocina deciden el resultado es buscar la calidad utilizando los productos de temporada que encuentro en el mercado y recurrir a los platos tradicionales porque siempre sorprende al comensal y garantizan que el éxito esté asegurado. Un buen bacalao seco como una alpargata, preparado al pil pil sorprende al más exigente de los comensales. Una cazuela de chipirones en su tinta, impacta tanto como lo haría el mejor de los manjares y a su vez tan exóticos como unos caracoles recogidos en la huerta y guisados como lo hacía la abuela. Las morcillas aderezadas con especias al estilo de Burgos, simplemente fritas deleitan el paladar por ser tan diferentes a otros embutidos. Y aunque de naturaleza sencilla, unas gildas como llaman en Bilbao al pincho de aceituna, guindilla y anchoa del Cantábrico, es algo que sorprende a todo el mundo. Elaboraciones todas habituales de estas tierras, pero insólitas por desconocidas en muchos países. 

Les gusta probar nuevos sabores y texturas, el ambiente es propicio y un buen vino tinto de crianza lo hará si cabe aún más apetecible. El momento de asegurar un buen contrato es este. Para que nazca una relación firme entre camaradas que nos aporte confianza y abra puertas a nuevos negocios en el futuro.

 Atención, ha de aprovecharse el momento, antes de que el brandy se lo impida. Hay hombres, que se dejan conquistar con facilidad por el estómago.

 Con otros no hay modo, puede que sean demasiado sibaritas, exagerados tiquismiquis por genética o quizás ya se operaron de una úlcera. Pero bueno, en ese caso qué más os voy a contar. 

Francisco García

sábado, 16 de abril de 2022

EN CLAVE DE HUMOR

 EN CLAVE DE HUMOR


ANTAÑO Y OGAÑO

Antaño, los padres preocupados por el progreso de su retoño en la escuela, de vez en cuando preguntaban al maestro: 

 Qué me dice del chaval. ¿Vale pa’estudiar? Que si no se aplica, me lo llevo a arar.

 No va mal no, pero le cuesta lo suyo porque se esfuerza poco.

Bueno pues palo, que la letra con sangre entra.

Al día siguiente:

 Papá, mamá, el maestro me ha pegado con la regla. 

 Mira niño, ya me tienes harta. !Plís plás! Toma, un par de sopapos más para que espabiles, que me vas a matar a disgustos. 

 Calla ya niño, deja de llorar o me quito la zapatilla. ¿Te duele? Más me duele a mí.

Cómo ha cambiado la vida en sólo medio siglo transcurrido desde entonces. 

Ogaño, los pequeños y pequeñas de apenas diez años se amotinan en clase, le zurran al profesor, hacen manifestaciones en contra del docente y arman un gran complot en su contra hasta conseguir que le sustituyan. Los papás se reúnen en la AMPA y elevan una queja al director exigiendo que el maestro sea expedientado. Pero a los niños que nadie ose tocarles.

Antaño los adolescentes querían destacar y veían una posibilidad de hacerlo ante el sexo opuesto desplazándose sobre una flamante moto.

 Mamá, yo quiero una moto.

 Yo no soy tu criada si eso es lo que quieres, se lo pides a tu padre.

 Papá, cómprame una moto.

 Ni moto ni mota, hijo. ¿Te has creído que soy el Banco de España? Pues te equivocas y el dinero no crece en los árboles. 

 Jo papá tengo amigos que la tienen, no entiendo por qué tú no me la compras.

 Porque lo digo yo y punto.

 Te prometo que sacaré el curso sin problemas.

 Anda, déjame en paz, lo hablaré con tu madre.

Las madres siempre tienen la última palabra y las de aquella época tenían salida para todo.

 Tú eres el padre y lo que digas se hará, pero es la primera vez que me siento en todo el día, podíamos decirle que colabore más en el hogar y tal vez tendría una recompensa.

 Vale mujer, encárgate tú de ello.

  ¿Que estás cansado? ¡Anda no me tomes el pelo, que te...que te... que te...! Para salir de fiesta nunca lo estás. Ya tengo ganas de que te eches novia y te largues de una vez.

 Pero me vas a ayudar con papá o qué.

  ¿Acaso hablo en chino? Anda tontorrón, que haré lo que pueda.

Ogaño los chavales se alinean con las nuevas tecnologías y muestran más interés por conseguir la Play, la Tablet, el teléfono móvil o el ordenador y se pasan horas siguiendo mensajes por Whatsapp o jugando con la pantalla en vez de hacerlo con amigos. 


LA FAMILIA NUMEROSA

En muchos hogares el elevado número de hijos desbordaba a los cabezas de familia, que para restablecer el orden tomaban decisiones salomónicas que de paso resultasen instructivas:

1.-Imponiendo respeto por un trabajo bien hecho. 

 Si os vais a matar salid fuera, que acabo de fregar el suelo.

2.-Fomentando el hábito a la oración.

 Reza para que esa mancha salga de la alfombra. 

3.-Acatamiento a la jerarquía establecida.

 Cuando seas padre, comerás un huevo. 

4.-Un buen razonamiento, corto y conciso.

 Porque lo digo yo y punto.

5.-Lo que es la ironía.

 Si no te callas vas a llorar por algo.

6.-Paradigma de previsión. 

 Hija lleva siempre la ropa interior limpia por si acaso. 

7.-Lección de odontología.

 Como vuelvas a contestarme te estampo los dientes contra la pared. 

8.-Promoviendo el ahorro.

–Guárdate las lágrimas para cuando yo muera. 

9.-Introducción a la biología.

 Tienes menos sesos que un mosquito.

10.-Supervivencia.

 No cuentes tus penas, los buitres se abalanzan sobre los animales heridos. 


DIVERTIDOS SINÓNIMOS DE DIVERTIDO

Fantástico: Era un joven muy influenciado en los pensamientos religiosos orientales. Sin ser budista admiraba las técnicas Zen y la disciplina Tao. En el trabajo lo hacía todo zentao y se lo tomaba con mucha karma.

Sandunguero: Oiga, dígame usted que trabaja en la morgue ¿Cree que después de la muerte hay una vida mejor?

Depende de la muerte de quién sea.

Guasón: Papá, ¿es verdad que en algunas culturas la mujer no conoce al marido hasta que se casa? 

Eso pasa en todas partes hijo.

Jocoso: Le dice Puri a Paco, su esposo: Hoy para cenar, sobras.

Y este responde: Que sepas Puri, que tú a mí tampoco me haces falta.

Hilarante: Imagínense a una joven en un baño público, sin apoyar el culo, sujetándose con una mano en la pared, la otra en la puerta y el bolso en los dientes.

Ocurrente: No te deseo ningún mal pero ojalá que cuando te pintes las uñas te empiece a picar el culo.

Feliz: El covid sigue activo, lo diferente es que ya tenemos permiso para salir a buscarlo.

Placentero: Si no quieres renunciar a tus sueños, sigue durmiendo.

Distraido: Dice tu hijo que la cisterna pierde.

Dile que lo importante es participar.

Risueño: Antes llegaba el fin de semana y lo daba todo por salir, ahora lo doy por no salir. 

Chistoso: El amor tocó a mi puerta una vez y yo estaba paseando al perro.









sábado, 12 de marzo de 2022

A mi madre

 

A mi madre

 

Antolina, falleció con 99 años, una edad avanzada y aunque teníamos asumido que llegaría algún día irremediablemente, sentimos como si nos hubiera sido arrebatada prematuramente. Su esposo, hermanas, amigas y casi todos los conocidos de su generación se fueron antes y ella, aunque con buena salud fue perdiendo vitalidad paulatinamente y algún día nos habría de dejar.

 Nació en abril de 1922 en Tórtoles de Esgueva y falleció en julio del 2021 en Aranda de Duero.

Se hace lógico pensar que si se llega al desenlace tras una enfermedad larga y dolorosa la familia se siente aliviada, pero en nuestro caso apenas existió esa fase. Incluso hacíamos planes para celebrar el centenario. Le dio un ictus y no pudimos hacer nada, por mucho que nos costase aceptarlo no había vuelta atrás. Los trámites ineludibles de las primeras horas son muchos, como los relacionados con la funeraria, organizar las exequias, avisar a los más allegados, las esquelas, la iglesia, las flores y el tanatorio. Todo ello nos mantuvo abstraídos como ausentes de la realidad.

Añadiré que hubo momentos en que se avivaron sentimientos que desconocía, que no me esperaba. Algunos negativos que me soliviantaban como al recibir la noticia negándome a aceptarlo. O cuando echaba de menos a las personas cuya ausencia, era a mí entender inexcusable. También me resultaba extraño que la voz trémula me delatase al atender algunas llamadas de teléfono. Gratificante al recibir las condolencias, o al escuchar al sacerdote decir su nombre en la homilía de la misa de cuerpo presente. Afectado por una angustia amorosa al ver por última vez su rostro en las horas del tanatorio. Quizás todo ello es lo más normal, pero sin lugar a dudas lo mejor, lo que hizo mella no sólo en mí sino en todos los presentes fue la intervención de Asier, mi nieto de 9 años biznieto de la difunta, leyendo desde el altar un resumen de la vida de su bisabuela.

 

Decía así:

Hoy despedimos a Antolina, una mujer valiente, trabajadora y tenaz. Aunque nació en Tórtoles y ha vivido muchos años en Basauri, llevaba el nombre de Torresandino con mucho orgullo y todo el cariño del mundo.

Desde niña esquivó todas las piedras que la vida le puso en el camino y siempre que se caía, se volvía a levantar, con la fe de quien ama la vida.

Cuando le preguntaban qué había hecho para llegar a esa edad, contestaba: Trabajar mucho, pasar mucha hambre y sobrevivir a una guerra, una posguerra y en los últimos meses, incluso a una guerra sin armas.

Era una gran conversadora. Encantada siempre de tener a alguien que quisiera compartir sus vivencias y anécdotas, que como os podéis figurar, no fueron pocas y con memoria prodigiosa y gracia singular relataba siempre sus historias, siendo un lujo escucharla.

Impaciente, esperaba la llegada del verano para regresar al que para ella era su pueblo, Torresandino, donde encontró el amor y formaron una familia. Le gustaba recorrer sus calles y, sobre todo, sus caminos, recordar la vida que pasó en él, como por ejemplo el día de la cosecha, que ella disfrutaba especialmente tomando parte activa en los actos.

De gustos sencillos, disfrutaba sobre todo de la compañía de sus hijos, de las carantoñas de sus nietas y de los juegos y mimos de sus biznietos. Orgullosa y feliz de tener a su familia unida.


Han pasado los primeros meses y hablar de ella es posible sin que la emoción nos embargue, así que tengo el ánimo de escribir mi particular versión sobre ella y lo que la vida le deparó para criar y educar a cuatro hijos hasta que estos pudieron volar por sí mismos. Desgraciadamente perdió al más pequeño cuando sólo contaba con 12 años y también el marido murió relativamente joven con 75.

Mi madre madrugaba, encendía el fuego del hogar y se marchaba con dos cántaros por agua a la fuente pública de la plaza, nos despertaba y mientras calentaba el desayuno vigilaba para que nos vistiéramos y aseáramos para ir a la escuela. Una vez que se quedaba sola se ocupaba de una limpieza general en la casa antes de atender la cuadra y los animales domésticos tales como gallinas, la cabra, un cerdo, el mulo, el gato y el perro, llenando bebederos, pesebres y comederos, cambiaba el lecho y retiraba las basuras. Hacer la compra y cocinar era a diario y por supuesto la colada semanal pero esporádicamente realizaba otros trabajos en el campo para complementar la tarea de su esposo en la cosecha propia de cereales, en temporada recolectaba hongos y setas, berros o collalbos. Rebuscaba uva tras la vendimia o espigar en los rastrojos. En invierno se hacía la matanza del cerdo y ella elaboraba los embutidos y hacía lo necesario para la conservación secándolo u oreándolo, metiéndolo en salazón o en grandes orzas de aceite. De cuando en cuando se pasaba el día entero en la tahona cociendo grandes hogazas de pan.

Por si esto fuera poco supervisaba la educación de sus cuatro niños desde las primeras letras, inculcándoles a la vez las más elementales normas de comportamiento con sus semejantes para ser una persona de bien. 

A su manera particular vivió para sus hijos y sólo nos pidió que no la lleváramos a una residencia de ancianos porque ello la mataría, según sus palabras. A los hijos no nos resultó difícil hacer su voluntad y ha estado alternando casa con los tres hasta el fin y así, efectivamente ha sido feliz los últimos diez años, sin faltarle compañía para pasear, jugar con los naipes o al parchís y en largas tertulias, que nos dejaba fascinados por su prodigiosa memoria.

Yo, no quiero dar a entender que ella fuese un caso singular, sino todo lo contrario, su vida fue similar a la de otras muchas madres contemporáneas, en la España rural de la posguerra. Lo que la hacía especial a esta, es que esta, era mi madre. D. E. P.

   Paco




























 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

sábado, 12 de febrero de 2022

Charlas con mi abuelo

 

 

Charlas con mi abuelo

 

A los diez años, pasé mis primeras vacaciones navideñas en Torresandino. El termómetro marcó varios grados bajo cero en el pueblo, lo que no animaba a salir a la calle. Las chimeneas humeantes destacaban sobre las tejas, blancas por la helada que reflejaban los incipientes rayos del sol mañanero. La estampa era bucólica, pero aun así no apetecía salir a la calle. Mi abuelo Enedino, hacía que las horas junto al fuego del hogar fuesen más amenas, narrando anécdotas interesantes en la jerga cascona de la época, (Cascón es el gentilicio de las gentes de esta villa).

‑Cuéntame abuelo. ¿Cómo os protegéis de la tormenta en medio del campo?

‑Recuerdo una vez antaño que “estemos” a punto; le faltó muy poco para pillarnos “de adeveras. “Endeve” abandonar, nos “apresuremos” a acabar la labor ese día y evitar volver por esos andurriales, porque “pilla” “mu’lejos”. “A lo primero” “andé” dudando si dirme” o no pa’casa”. Barruntaba cambio de tiempo a pior por el viento que soplaba de “bajero” y el cielo “to’arrugau” que al pronto se tornó “mu” oscuro por “allá’bajo”. Si aguantase una hora, sería “aparente p’acabar” de binar la emelga prevista sin acoquinarnos; “asín que” apuré a ajustar los aperos a la yunta. Mi macho Sultán, negro zaino, “mu’templau”, en el “arau” lo acoyuntaba en el ubio con la Lucera, una acémila propiedad de mi “cuñau”, parda y “mu’echá p’alante”. Tanto los dos brutos como yo, “arreemos”. Ninguno se achantó en el tajo y “contra más” sonaba la tormenta más coraje le “echemos”. Fue una suerte, “aquí enesto” “n’amás” cayeron cuatro gotas que “en un inte” amainó y al cabo, dejó de tronar y escampó, acabando todo en apenas una “aguarradilla” “A lo último” “necesitemos” un tentempié “pa’recuperar” fuerzas y “dediquemos” unos minutos a comer un “mordisco” con un corrusco de hogaza y el pedazo de papada de cochino adobada, que la yaya me había metido en el fardel. Estaba “güenismo” y “en un tris” me lo “eché al coleto”, con unos tragos del “morapio” de la bota. A las nobles bestias los premié con una “almuenza” extra de pienso en las cebaderas.

‑Uf, menos mal, realmente fue una suerte, tendríais que tener más cuidado.

‑En el pueblo “habíamos” agricultores “mu’tozudos” que creíamos saber “to“  lo del campo. “A santo de qué” nos iba a sorprender. A veces nos caía un diluvio. “!Qué hacer sinó!”, aunque los días que “presagiemos” tormenta, por si acaso “evitemos” ir a parajes lejanos. Y si contra todo presagio llegaba “de sopetón” pillándonos al raso, guipábamos” un aprisco en el entorno para guarecernos del aguacero, aunque “de cuando en cuando” por “mala folla”, “claro está”, nos ponía como sopas.

‑Cuéntame más abuelo –le insté para que siguiese‑, me divierte cómo lo explicas.

‑En una ocasión la tuve “parda” con el vecino de “ay eneso”. No te amuela, que desde que llegó a este barrio, el “tonto l’aba” le dio por difamarme “sin ton ni son”. “Agarré y me fui” a buscarle. No “lleguemos” a las manos, pero me “amosqué” con él “de adeveras”. ”Siesque” es un “esgarramantas “resabiau” que sólo sabe “despotricar” “n’amás” que chismes e infundios sobre “to’quisqui”. Este hombre aparenta ser un “echao palante” pero “endebe” trabajar, se pasa el día sin dar un palo al agua porque “paice” que hacer labor le “tira pa’tras”. ”Anda deay” –le dije‑, que te la juegas “a mayores”: si sigues hablando, a mí ”ni me mientes” y “ándate con tiento” te lo aviso, que “se me va la olla” y la próxima vez te voy a “sobar la badana” con la tralla. “A la postre”, es una sabandija que “contra más” se le diga da igual, porque “se me hace” que “si estudiaría” para borrego aprobaría, porque “tie” la cabeza “mu dura”

Otro día el abuelo me propuso subir al desván, me pareció que sería entretenido acompañarle, para descubrir lo que durante años se había ido arrinconando allí arriba.

‑Vamos ‑respondí sin dudarlo. Él se mostró complacido, porque no cayó en la cuenta de que los niños preguntan por todo. Tendría ocasión de lamentarlo.

‑ ¿Para qué servía esta cosa tan grande?

‑Esa cosa es un cesto “p’avendimiar”, hecho a mano con mimbres como se hacían antes. El otro más chico es un “cunacho” de madera de castaño. A la tienda de ultramarinos íbamos con el “serón”, es el más pequeño y está hecho de esparto.

‑ ¡Andá!, un tenedor de gigante –dije sorprendido‑, qué curioso.

‑No, a eso aquí lo llamamos garia aunque en otros pueblos su nombre es horca; antaño esta herramienta la “usemos” para cargar las mieses al carro. Mira más “p’alante” y “estate al loro” que “tie questar” también un badil, “un azolón”, un gavilán, y un montón de achiperres que los labradores “empleemos” hasta hace poco.

‑Oye, ¿por qué tienes un cubo ahí en medio?

‑ ¡Ah! El caldero –respondió paciente‑; no lo movemos “de’onde” está, hasta que podamos subir al “tejau” a quitar una gotera que cae cuando chubasquea, si chaparrea fuerte ponemos también un barreño de cerámica, que “tie’questar” por “ay en eso”.

‑ ¿Coleccionabas botellas de vidrio? Tienes algunas enormes.

‑Son garrafones que ya no se usan y “p’aque” no se escacharren los puse en ese basar; las de medio cuartillo, cuartillo y litro, siempre las “usemos” a diario para vino o aceite en la cocina. Los de azumbre, media y una cántara, las “utilicemos” “p’aguardar” las reservas de toda la temporada.

‑ ¡Mira abuelo! He encontrado un estuche lleno de monedas.

‑Me vendría “aparente” porque estoy sin blanca. Pero nuestro gozo en un pozo, son sólo unas cuantas “perras gordas” y algún “realín”, también hay “rubias” y algún “duro” que de chico solía gastar en comprar un pirulí; ya no valen para “p’aná”, te las puedes quedar. Pero abre ese baúl que tienes enfrente “chiguito”, aún están ahí algunas cosas que te gustarán.

‑ ¿Sí? Qué emocionante. Ya veo una peonza, un silbo, una carraca, un tren de chapa, un muñeco de trapo, un caballo de cartón y un tiragomas. El resto no lo conozco.

‑Nosotros la llamábamos “tarusa”, chiflo, matraca y “tirabique”. Las chapas de hierro roñoso son los “tangos” que se lanzan a la “tuta” esa de madera. Pero ven “p’acá”, mira, este es “el alicoto” y “es’otro” es el “inque”, estaban “aquí enesto”.

‑ ¿Puedo coger alguno? Me encantan estos juguetes antiguos.

‑Claro que puedes, “onde va a dar”, porque ahora serán tuyos, pero para que no te manches déjame que los quite un poco el polvo con esta rodea”. Los “guardemos” la abuela y yo con ilusión y apego porque durante mucho tiempo el “alipende” de tu padre, se pasaba horas muertas jugando con “to’esto”.

‑ ¡Qué bien abuelo! con esto, seguro que me lo paso pipa.

“Velay” que “asín” dejes de estar “pegau” a la televisión.

Hace 50 años de lo que cuento. Hace unos días al abrir un arcón lleno de recuerdos vi los juguetes de madera, hojalata, lana y cartón, hechos siempre a mano y pensé en las veces que yo los disfruté, más tarde mi hija y seguían allí, listos para la siguiente generación. Gracias abuelo por tu legado. Pasaré el testigo a mi nieto.

 

VOCABULARIO:

 


“Agarré y me fui”: Entonces me fui.

“A la postre”: Después de todo.

“A lo primero”: Al principio.

“A lo último”: Al final.

“A mayores”: Muy en serio.

“Amosqué”: Me enfadé.

“Andé”: Vulgarismo de anduve.

“A pior”: Deformación de a peor.

“Apresuremos”: Vulgarismo por apresuramos.

“Aguarradilla”: Lluvias de escasa importancia.

“Alipende”: Niño pillo, caradura.

“Allá’bajo”: Contracción de: Allá abajo.

“Amoscarme”: Enfadarme.

”Anda deay”: Quita de ahí.

“Ándate con tiento”: Anda con cuidado.

“Aparente pa’cabar”: Apropiado para acabar.

“Aquí enesto”: Aquí mismo.

“Arau”: Deformación de arado.

“Arreemos”: : Vulgarismo por arreamos.

“Asín”: Deformación de así.

“Asín que”: Deformación de así que.

“Bajero”: Localismo. Viento del sur oeste.

“Claro está”: Localismo. Que es evidente.

“Contra más”: Deformación de cuanto más.

“Cuñau”: Deformación de cuñado.

“Chiguito”: Localismo de chaval.

“De adeveras”: De verdad, en serio.

“De cuando en cuando”: De vez en cuando.

“De sopetón”: De repente.

“Dediquemos”: Vulgarismo por dedicamos.

“Despotricar”: Mal hablar de una persona.

“Dirme”: Contracción por de irme.

“Duro”: Moneda de 5 pesetas.

“Echemos”: Vulgarismo de echamos.

“El alicoto”: Juego muy antiguo.

 “En un inte”: Localismo por un instante breve.

“En un tris”: Localismo por un momento.

“Endebe”: Vulgarismo por en vez de.

“Esgarramantas”:Localismo de vago y perezoso.

“Es’otro”: Deformación de eso otro.

“Estemos”: Vulgarismo por estamos.

“Evitemos”: Vulgarismo por evitamos.

“Guardemos”: Vulgarismo por guardamos.

 “Güenismo”: Vulgarismo de buenísimo.

“Guipábamos”: Localismo. Localizábamos.

“Inque”: Palo afilado para jugar al inque.

“Lleguemos”: Vulgarismo por llegamos.

“Mala folla”: Vulgarismo de mala suerte.

“Mu’dura”: Contracción de muy dura.

“Mu’lejos”: Contracción de muy lejos.

“Mu’ templau”: Contracción de muy templado.

“Mu’echá p’alante”: Contracción de muy animoso.

“N’amás”: Contracción de nada más.

“Necesitemos”: Vulgarismo por necesitamos.

”Ni me mientes”: Ni me nombres.

“Onde va a dar”: Localismo, dónde va a parar.

“P’acá”: Contracción de para acá.

“Pa’casa”: Contracción de para casa.

“Paice”: Vulgarismo de parecer.

“P’aná”: Contracción de para nada.

“P’arecuperar”: Contracción de para recuperar.

“Parda”: Localismo por discusión recia, fuerte.

“Pegau”: Vulgarismo de pegado.

“Perras gordas”: Moneda de 10 cts de peseta.

“Pilla”: Que queda distante.

“Presagiemos”: Vulgarismo de presagiar.

“Qué hacer sinó”: Localismo de Naturalmente.

“Realín”: Moneda de 25 cts de peseta.

“Resabiau”: Receloso.

“Rodea”:Paño de cocina.

“Rubias”: Moneda de peseta.

“Se me hace”: Vulgarismo por me parece.

“Se me va la olla”: Localismo se me va la cabeza.

”Siesque”: Deformación de si es que.

“Si estudiaría”: Vulgarismo de si estudiase.

“Sobar la badana”: Localismo de dar una paliza.

“Tangos”: Pieza del juego de tuta o tarusa.

“Tarusa”/”tuta”: Pieza del juego de tuta o tarusa.

“Tie”: Contracción de tiene.

“Tira p’atrás”: Contracción de tira para atrás.

“Tirabique”: Tiragomas.

“To’arrugau”: Contracción de todo arrugado.

“To’esto”: Contracción de todo esto.

“To’quisqui”: Localismo de toda la gente, todos.

“Usemos, utilicemos empleemos”: Vulgarismos. 

“Velay”: Localismo de tal vez, quizás así.