¿Os acordáis de… Cuando llegaron al
pueblo unos titiriteros o volatineros con una cabra, que, se subía en la
escalera a los sones de los acordes de trompeta que el gitano lanzaba al aire?.
Era el reclamo para que a la tarde nos acercáramos a la carpa que habían
montado en las eras. “¡Vengan a ver el mejor espectáculo circense que jamás
pasó por Torresandino!. Con la cabra Nicolasa, compitiendo en difíciles
equilibrios con el perro Boris además de descubrir las habilidades de los más
variopintos animales exóticos amaestrados (un loro que sabía tres o cuatro
tacos y una iguana). Contamos con la extraordinaria participación del hombre
mono, que nos hará algunas exhibiciones de la vida en la jungla; (en realidad,
un gitano que de hombre muy poco y mucho de primate)y ¡También disfrutarán
ustedes de la colaboración especial de Saray, princesa gitana (guapa y joven,
con poca ropa)que nos deleitará con la danza del vientre.!.
Cobraban entrada y además sacaban dinero
con el sorteo de unas botellas de licor y embutidos, entre los compradores de unas series de boletos que la danzante
sabía en qué sector del público se las rifarían.
Lo mejor, la clásica pareja de payasos pero en síntesis, titiriteros de poca monta, y un fraude; el desengaño total, pero no había otras opciones donde poder elegir; en mucho tiempo no volveríamos a tener otro espectáculo de varietés.