TORRESANDINO
Torresandino es el epicentro de esta narración. Es un pueblo pequeño,
pero no demasiado comparado con la mayoría de los que pueblan las zonas rurales
castellanas y está situado al sur de la provincia de Burgos y para
concretar más, lo podemos definir como la capital del Esgueva burgalés. A 71km de distancia a la capital de provincia, a 15Km de Roa de Duero y a 33 Km de Aranda de Duero. Ya no
somos de Castilla la Vieja, como aprendimos en nuestros estudios primarios, que
ahora, en una más reciente distribución política del país estamos incluidos en
la comunidad de Castilla y León. Desde 1995 está asignado al partido judicial
de Aranda de Duero, en lugar de Lerma como en nuestra infancia. Otro cambio
está en su nombre, que era Torresandino de Esgueva y le han quitado el Esgueva,
pero no le sustituyen por de La Ribera, o de Duero, simplemente se ha quedado
sin apellido en esta corriente de las modas. Es decir, Torresandino, o entre
los chavales, simplemente Torre.
La orografía está definida principalmente por la cuenca del río Esgueva,
y sus afluentes: el Henar (Aguachal) y los arroyos de Quintanilla, y del
Manzano. A excepción de estos pequeños valles el terreno del término municipal
es meseta con escasas elevaciones y sus puntos culminantes son: Las Revillas
951m, Los Cascajos 949m, Montón de Trigo 946m, El Otero 946m y Canaleja 942m.
La cota menor la da el rio con 836 por la raya de Villovela y el núcleo urbano
está a una altura sobre el nivel del mar de 847m, y su punto máximo, El
Castillo, 879m.
Hay evidencias de que ya en tiempos de los
celtas estas tierras estaban habitadas por pequeños poblados, que continuaban
en época romana. Pero no es hasta el siglo IX, que un tal señor Sendino levantó
una fortaleza que tenía una gran torre y
una muralla para proteger el conjunto del casco antiguo, lo que dio nombre
al poblado como Torre Sendino, o Torredesendino.
La evolución de la población fue
constante, y aparece con 944h. en el año 1900, según el INE Instituto Nacional
de Estadística. En el último siglo, ha sido claramente ascendente hasta mediado
el siglo y a partir del año 1960 con 1408h comenzó la regresión demográfica,
que hizo caer hasta 838h en el 2000, consecuencia de una gran emigración, al
coincidir varios años de pésimas cosechas e incorporarse a la vez la
mecanización del campo que eliminó la necesidad de contratar mano de obra y
ante la falta de cualquier otra perspectiva económica en la región. La
provincia receptora de este potencial humano fue Vizcaya, principalmente.