Mi pueblo, mi patria chica.
Me trae recuerdos de la niñez. Los juegos infantiles, y de los amigos
cómplices de fechorías, de los vecinos de mi calle que en ausencia de mis
progenitores cuidaban de mí. De los bichos del corral que generalmente estaba
en la trasera de todas las casas: Dos cochinos que criábamos para aprovisionar
la despensa de tocino chorizos y jamón para muchos meses, alternándolo con los
huevos y los pollos que nos proporcionaban una docena de gallinas y una o dos lechigadas
de conejos. Merecen ser mencionados aparte el macho de nombre Chato, un mulo de
color castaño, el perro Chispa y el gato Rufo, porque estos demostraban su
apego a los humanos con mimos y
carantoñas llevándose a su vez caricias y halagos por desempeñar su tarea en el
hogar. Eran queridos y respetados. Naturalmente nunca serían comidos.
Cuánto ha cambiado todo. No todo positivamente, pues he de
poner el ejemplo del monasterio carmelita de Santa María de los Valles que
desde la desamortización de Mendizábal fue en continuo deterioro hasta que si
nadie lo remedia en pocos años quedará sólo un majano para el recuerdo sin
embargo cuenta el pueblo con una iglesia de transición del románico al gótico de
origen románico con transición al gótico que tras una reciente restauración
está preciosa. También el trazado de las calles se mantiene, si acaso se han
expandido por las afueras, o la arquitectura de las casas que mayormente sigue
el estilo tradicional de los pueblos de labranza, con la obviedad del material
empleado en las nuevas construcciones que pasó del adobe al ladrillo. Los
hogares son mucho más confortables de lo que eran medio siglo atrás. Desapareciendo
estancias como espacioso portal que daba a paso a las cuadras, un enorme
espacio que ahora se ocupa con los baños y una amplia sala de estar.
Pero el mayor cambio y este negativo, es que a Torresandino le puede pasar como a su monasterio. La imparable disminución de la población que ha pasado de 1500 a 500 habitantes en este periodo. La población residente son mayormente personas mayores y los edificios aunque se hayan restaurado se van quedando vacíos. No quedan niños ni se toman medidas para revertir la situación. El futuro es problemático y está incluido en la lista negra que se conoce como la España vaciada. ¿Se podrían hacer cosas? O ya es demasiado tarde.
Siempre depende del dinero que requiera la iniciativa para que
alguien se meta en la aventura a no ser que las ayudas por parte de los
organismos oficiales sean importantes y el proyecto se haga más interesante
para vencer el miedo a arriesgar su propio capital, que es la barrera de los
emprendedores. Algunas ideas podrían
tener éxito.
Una residencia de ancianos haría posible que nuestros
mayores dependientes siguiesen en su pueblo, cuidados por personas conocidas y
que otros que viven solos en su casa puedan tomar al menos una comida al día en
un comedor social.
Una escuela con residencia incluida para cursos trimestrales
a distintos niveles de artes y oficios tales como forja, alfarería,
adiestramiento de perros, escultura, peluquería, jardinería y otros que la
sociedad demanda y a veces es difícil conseguir.
Estamos en La Ribera del Duero pero nuestras tierras quedan
por ahora fuera de la denominación de origen del vino por diferentes razones lo
cual no impide que en nuestra villa promocionemos esos caldos con un aula de
formación para los interesados en todo el proceso de la elaboración hasta la
venta del vino. Participarían los bodegueros de la zona exhibiendo sus
creaciones en catas a ciegas. Tal vez fuese el inicio de una escuela de sommeliers.
Puede que esté dando palos de ciego, que mi discurso no
sirva de nada pero pienso que también es una posibilidad que una semilla caiga
en terreno fértil y no haya sido en vano. Otras personas pudieran tomar la idea
y al final se consiga algo, porque es mucho más dudoso que los señores que deberían ocuparse en evitar
que los pueblos sigan quedando abandonados están ocupados en luchas por el
poder.
A tí lector que buscas un lugar tranquilo para huir del mundanal ruido, este puede ser tu sitio pues con cuatro perras te puedes hacer con una vivienda y la gente que habita este pueblo es muy entrañable. Visítalo puedes pasar unos días o un fin de semana de prueba en la casa rural y repetirás, lo sé. Y serás un nuevo embajador para mis ilusiones.
Tenemos que salvar la escuela antes de que nos la cierren por falta de alumnos, el servicio médico, la farmacia el supermercado y sí se puede creámoslo firmemente y lo conseguiremos nosotros mismos o... Que Dios nos coja confesados, todos tendremos que entonar el mea
culpa.
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