lunes, 13 de mayo de 2024

Un embalse que no pasó de proyecto

 

Un embalse que no pasó de proyecto

Aquel pantano se alimentaría de las aguas del Esgueva engrosadas quinientos metros antes de la propia presa por el río Aguachal o Henar como le denominan en los mapas. Es su principal afluente, cuyo nacimiento está en Cilleruelo de Abajo, más las aportaciones a este del arroyo de Quintanilla que fluye por terrenos de Torresandino.

La presa cerraría el valle desde el cotarro San Cristóbal hasta las faldas del Andiable pasando junto al molino de arriba. Quedaría por lo tanto muy cerca del casco urbano de Torresandino y nos lo imaginábamos apto para deportes náuticos como vela, pesca, natación.

Yo era un niño porque hace de aquello ya más de sesenta años, pero recuerdo las posteriores ocasiones que buscando setas de cardo subí al cotarro y allí estaban los tacos de madera que nos decían a los niños que se clavaron en la ladera para tener la referencia al hacer posteriores mediciones.

Finalmente se abandonó el proyecto con el regocijo de los habitantes de Villatuelda y Terradillos que respiraron aliviados porque estos pueblos quedaban anegados por las aguas, mientras que los labradores de Torresandino quedaban decepcionados por no llegar a ver cumplidos sus anhelos de regadío.

Pudo haber pasado pero no pasó, pero no estoy contando un cuento o leyenda, que se quedó en un proyecto del siglo XX, año cincuenta y nueve.                                                            

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