Benidorm mola
En diciembre estuve en Benidorm por enésima vez, me atrae por su clima benigno. Ya ves, yo que adoro Torresandino en verano, y me voy tan lejos a mezclarme con extranjeros, por evitar el frío, en definitiva este humilde cascón busca lo mismo que los turistas, sol y playa. Es que pasar los meses fríos en la Costa Blanca satisface a todos. En cualquier caso, Benidorm mola porque tiene más y si sigues leyendo quizás llegues a ver esta ciudad desde un punto de vista diferente.
Los umbrales
Según vestigios encontrados, los orígenes se remontan a épocas de los íberos, romanos y árabes. Más reciente pertenecía a Polop pero según la Carta Puebla el año 1.325 se independizó y se construyó el castillo villa entre las dos grandes playas. En la edad media se dedicaban a la agricultura y a la pesca, con el Rincón de Loix como refugio natural para la flota de pequeñas embarcaciones precursores en el arte de pesca del atún conocida como la almadraba, actividad que se realizaba muy cerca de allí frente al Parque Natural Sierra Helada, en la cala que conserva el nombre de La Almadraba donde se preparaba el pescado para su venta. De la fortaleza, que en el siglo XIX fue destruida, quedan pocos vestigios sobre las rocas de este mirador que llamamos el Balcón del Mediterráneo, pero aún se conserva el centro histórico, donde se encuentra la coqueta Iglesia de San Jaime y Santa Ana del año 1.750 y un laberinto de callejuelas que conformaban la ciudad.
Palmeras en la playa de Levante Iglesia de S. Jaime y Sta Ana
El primer espigón del puerto se añadió el año 1.929 entre la playa del Mal Pas y el arenal del Parque de Elche. Contaba la villa entonces con 1.700 habitantes.
Llegamos a nuestros días
Lo que hoy es Benidorm, se lo debe a la visión acertada de Pedro Zaragoza Orts, alcalde que gobernó esta localidad alicantina desde 1.950 a 1.967. Cuando tomó la alcaldía contaba la ciudad con 3.000 habitantes. Y la pesca se encontraba en declive. Siempre pensando cómo mejorar la ciudad, tuvo claro que su pueblo tenía grandes posibilidades en el turismo. Él plantó en 1.956 las raíces de un proyecto visionario vertical, que llamó El Plan de Ordenación Urbana, gracias al cual empezó una constante proyección hacia el futuro y mantiene el liderazgo como ciudad de vacaciones internacionalmente conocida. En la actualidad sobrepasa los 70.000 habitantes en invierno y supera los 400.000 en la temporada estival.
Playa del Mal Pas
Es fascinante, pero lo he podido comprobar por mí mismo cada vez que he vuelto, al encontrarme con que el skyline había cambiado por la irrupción de emblemáticos rascacielos, que desafían en número y altura hasta al mismísimo Nueva York. Como prueba de lo que digo ahí están el colosal Gran Hotel Bali hasta hace pocos años el más alto de la ciudad y el edificio modernista Intempo que le ha superado en cota de altura y es el 5º en España.
Poniente, nocturno
Poniente, Intempo
No obstante los benidormenses siguen cuidando su parte antigua, destacando la cultura, historia y tradición local, tan apreciado por nativos y foráneos.
Un buen lugar para tener una amplia panorámica, es desde el Mirador del Castillo en Punta Canfali, también llamado Balcón del Mediterráneo, sobre una formación geológica que separa las playas de Poniente 3.100 m de longitud y de Levante 2.034 m, junto al puerto y la recogida playa del Mal Pas de 100 m. Al frente a 4 km. la isla de Benidorm, el punto simbólico más fotografiado, que se ve desde cualquier parte de la ciudad y donde forzosamente inciden todas las miradas. Está deshabitada. Un paraíso natural para el buceo por sus fondos marinos.
El mirador de la Cruz
Destaca por detrás del Rincón de Loix, sobre Punta Pinet. Desde allí se tiene la mejor panorámica del Parque Natural Sierra Helada incluida Puig Campana de 1.406 m. y todo Benidorm con sus playas, incluidas las calas nudistas de y Tío Ximo y La Almadraba de apenas 20 m de arena fina y piedra.
Operación bikini
En 1953 el turismo estaba tomando auge por toda Europa y el alcalde de Benidorm fue consciente de que había que aspirar a ocupar un puesto destacado y no solo en la costa levantina, su pretensión era liderar el mercado español y el de todo el Mediterráneo. Para ello le enfrentaba con un par de problemas: El primero era que en España no estaba autorizado el uso del bikini para el baño y el segundo lo suponía el hecho de que en nuestro país teníamos un régimen dictatorial que retraía a los posibles turistas a venir a nuestras costas. Del primero se encargó de un plumazo permitiendo que en su localidad el uso del bañador de dos piezas sin que fuese denunciable. En cuanto al segundo había de resignarse confiando en la necesidad de apertura para el país y que lo demás sería cuestión de tiempo.
Playa de Levante
No contaba el bueno de Pedro con el clero, que puso el grito en el cielo y el mismísimo obispo le amenazó con la excomunión. Muchas veces las cosas se solucionan dialogando pero inútil pretensión. Si no quieres por las buenas será por las malas; tendrás que corregir semejante quebranto a la moral católica. Sin más contemplación se frenaba la aspiración de la llegada masiva de extranjeros eso lo veía claro. Recurrió a las autoridades provinciales y escuchó consejo de todo el que pudiera asesorarle en su campaña pero ¡Ay! Como le diría Don Quijote a Sancho, con la iglesia te habías topado querido Pedro, así que tomó la decisión de dirigirse a la más alta instancia de la nación, plantarse en el Palacio del Pardo y así fue que se subió a su vespa y a Madrid.
Franco le concedió una entrevista y escuchó a Pedro explayarse sobre las bondades del llamado turismo, entendiendo que lo de la excomunión se debía expresamente a la moda impúdica del bañador de dos piezas y empatizaba en cierto modo con el criterio del obispo pues la falta en el decoro podía llevar a las españolas al libertinaje y a la concupiscencia.
Se hallaba presente en la entrevista la Sra. del Generalísimo Dña. Carmen Polo y Pedro conocía por las entrevistas que a veces daba a la prensa rosa, que los festivales de música la encantaban y en concreto, que era asidua al Festival de San Remo. El adulador alcalde anunció a la influente mujer que se comprometía a alcanzar en Benidorm el éxito del mencionado certamen italiano, con cantantes de nuestro país. No solo consiguió así su objetivo sobre la excomunión, y el bikini, sino que acabó teniendo en Benidorm un gran festival y una duradera amistad con los Franco.
Playa de Poniente
El festival de la canción de Benidorm
Conforme a lo prometido en El Pardo, Pedro Zaragoza puso todo su entusiasmo y el año 1.959 se celebraba el Primer Festival de la canción de Benidorm. La ganadora fue Monna Bell con el tema “Un Telegrama” que se hizo popular especialmente en España, Hispanoamérica, Francia e Italia.
Después llegarían grandes éxitos de la mano de cantantes que se hicieron famosos internacionalmente entre otros: Raphael, Rosalía, Julio Iglesias, Donna Hightower, Emilio José, Dyango, y muchos más, sin embargo llegaron también periodos de cancelación que fueron del 1.986 al 1.992 reanudándose en 1993 hasta el 2006 pero con poco interés del público y nulo de los medios de comunicación. Suspendido durante 15 años aparece de nuevo el año 2.021 apoyado por el presidente de la Comunidad Valenciana el Ayuntamiento de Benidorm y RTVE con el nombre de Benidorm Fest. De ahí saldrán elegidos en el futuro los intérpretes que representarán a España en el concurso de Eurovisión.
La cruz de Benidorm
El enfrentamiento con el obispo de Orihuela seguía latente por el bikini hasta pretender que si no derogaba la ordenanza por la cual el uso de ese tipo de bañador no se prohibía a nadie, la Iglesia cambiaría en las entradas del municipio los letreros que anuncian el nombre de Benidorm, por otro que pusiese “INFIERNO” en represalia contra el alcalde por permitir que campara a sus anchas la lujuria y el pecado. No lo consiguió y entonces se le ocurrió colocar una cruz en lo alto de Sierra Helada a 217 m, con el fin de que todos vieran la cruz que redimía de su fama pecadora a la ciudad. Los curas y monjas, con apoyo de seminaristas y beatos de pro, se aprestaron a organizar los actos de aquella jornada que llamaron Día del Perdón, que se culminaba con la subida a la punta más alta de la sierra, de una cruz de madera que hicieron con postes de la luz. Los vecinos para que no se llegase a pensar que eran partidarios del pecado se aprestaron a poner el hombro para sacar en procesión la pesada cruz y llevarla a hombros hasta donde fue instalada, de difícil acceso con semejante carga. El organismo eclesiástico quedó satisfecho con la manifestación, que afianzaba la religión Católica en la población.
Aquella no es la cruz actual porque tras muchos años un temporal la rompió; la segunda estaba fabricada con railes de ferrocarril, difícil de que el agua o el viento la partiese, pero fue sustituida por la actual, más moderna que se ilumina por la noche.
El lugar elegido para que fuera vista desde cualquier parte, obviamente es una buena atalaya para ver las mejores vistas de Benidorm. Si nos olvidamos de su rocambolesco origen, es recomendable ascender haciendo senderismo con una mochila liviana; es fácil, puedes seguir hasta la torre del Caball, y será un buen paseo para principiantes, lejos del ruido y el cemento.
El parque de Elche
La escasez de agua era un hándicap si se pretendía crecer y el alcalde Pedro Zaragoza la trajo desde Polop en 1962, construyendo Séquia Mare la primera red de suministro de agua a Benidorm, una gran obra de ingeniería acuática. La llegada del agua multiplicaba las posibilidades de expansión para Benidorm. El alcalde quiso dejar constancia de tal logro, colocando en la fuente del parque de Elche una piedra en la que aún puede leerse: “De ilusión también se vive”.
Operación B-B:
Este asunto empezó en 1964, cuando el alcalde Pedro Zaragoza cerró un convenio con la Caja de Ahorros Vizcaína invitando a 150 matrimonios de Vizcaya a pasar en Benidorm su luna de miel. A esto se le llamó la operación B.B. por los bebés que supuestamente se encargaron aquella temporada o por las iniciales del origen Bilbao y el destino Benidorm y que supuso un hermanamiento con los vascos. Que resultó una fructífera relación comercial.
La calle de los vascos y la del coño
La calle Santo Domingo es un pasaje de bares regentados por cocineros del norte de España donde se dan cita los vascos para saludarse y charlar un ratito tomando unos potes y ¡cómo no! acompañarlos con unos pintxos y aunque no es una atracción, a los turistas les fascina el ambiente, y conocen la zona como "la calle de los vascos". Estos son más guasones con la vía más concurrida del casco antiguo, el Paseo de la Carretera: La llaman “la calle del Coño", porque al ser ellos la mayor comunidad presente en Benidorm, siempre se encuentran allí con algún conocido y dicen, ¡Coño! ¿Cómo tú por aquí?
Desde el espigón del puerto
Como datos: 15.000 vascos pernoctan cada año en Benidorm y 8.000 tienen alojamiento en propiedad pero también es la ciudad fuera de Euskadi donde más vascos mueren. Estadística por pura lógica.
Campaña de Laponia
Año 1964. Otra de las grandes campañas para poner el nombre de Benidorm en el extranjero fue abrir una especie de consulado en Laponia, para atraer el turismo a España, a su pueblo y gracias a la colaboración del alcalde de Helsinki, que ya había estado de gira por Alicante contactaron con una familia de nativos, pastores de renos en la parte más septentrional de Finlandia, invitándoles a pasar en España unas vacaciones. Únicamente tenían que portar durante el viaje una propaganda que decía “yo me voy de vacaciones a Benidorm”. Pasando antes por Helsinki, Barcelona, Madrid y Benidorm. El alcalde Pedro Zaragoza, hizo de cicerone enseñándoles su ciudad y la prensa se hizo eco de tal ocurrencia ideada para atraer el turismo. Hubo un hecho que no estaba previsto y le hizo pasar un mal rato al edil en la playa de Levante, porque vestidos con el atuendo propio de su país, con corbata incluida y el calor que estaban pasando se hacía tan insoportable, que sin esperar una invitación se desnudaron y se dieron un baño. Claro que era lo normal, pero nadie había caído en la cuenta de que para ellos lo habitual era hacerlo en pelotas exceptuando los calcetines que según sus costumbres no deben quitarse en público. Pasada aquella bochornosa experiencia resultó un éxito y hasta el NO-DO se hizo eco con casi un minuto en el panorama nacional.
Rincón de Lois
El tajo de Roldán - Leyenda
Cuenta una leyenda de las muchas que circulan justificando el corte de la montaña que denominan Puig Campana, que un caballero de nombre Roldán, se encontraba en campaña con su rey para reconquistar estas tierras por entonces en poder de los sarracenos, cuando conoció y se enamoró de una joven que le correspondía, pero el brujo local que la deseaba para sí, celoso amenazó con un maleficio que llevaría a la muerte a la mujer si se casaba con un cristiano, porque ella profesaba la religión del Islam. Haciendo caso omiso desoyeron al malvado y se casaron. A las pocas horas aparecieron los primeros síntomas de enfermedad. El caballero decidió consultar al temido brujo en un intento de hacerle ver lo injusto de su proceder y esperaba que le diera el remedio para la cura de la enfermedad de su amada, pero no logró ablandarle y en cambio el ruin hechicero le instó a que olvidase toda esperanza. La recuperación de la joven será imposible, le dijo y su vida perecerá cuando el último rayo del sol desaparezca, ve junto a ella y disfruta el tiempo que le quede hasta el ocaso. El caballero no quería dar crédito a tales amenazas pero cuando regresó junto a su amada, comprobó que la vida se le escapaba y mirando al sol calculó que la predicción sería un hecho en pocas horas. Sin perder más tiempo, subió a la cima por donde se ocultaría el astro y lleno de furor levantó su espada y lanzó un brutal mandoble a la roca; acto seguido la dio una patada como nunca nadie había sido capaz haciendo saltar el pedrusco hasta el mar dando lugar a la isla de Benidorm. La brecha permitiría pasar los rayos solares pero esto solo le concedía algunos minutos pensó y asumiendo que poco más podía hacer, corrió para acompañar a la muchacha en su último trance.
Puig Campana
Tal y como decía el maleficio del brujo, el caballero observó cómo la vida de su amada abandonaba su cuerpo inerte. Esa noche, portando el flácido cuerpo de la muchacha subió en una canoa y se dirigió a la isla que había brotado en la bahía de Benidorm. Al encontrarse en su orilla hundió su pequeña embarcación y abrazado a su amada pidió a la luna llena que se apiadara de él, que no quería quedarse solo. Días más tarde hallaron los dos cuerpos fundidos en un abrazo para la eternidad.
¿Pero qué pasó con el brujo que nadie le volvió a ver? Contaba por aquel entonces un viejo pescador, que se hallaba reparando sus redes en la orilla cuando observó al brujo alejarse de la playa sobre una barca de remos mirando hacia la montaña feliz por creerse seguro de la furia de Roldán, pero de pronto la gran roca se le vino encima arrastrándole hacia el fondo del mar, donde seguramente quedó aplastado, bajo la gran mole procedente de la cima del Puig Campana.
Isla de Benidorm
Isla de Benidorm