viernes, 14 de marzo de 2014

Unos surcos en lo baldío.

Soy Francisco, familiarmente Paco. Mis padres vivían en Torresandino, un pueblo burgalés, cuando me llegó el momento de salir al mundo. Según me han contado era un lunes con luna nueva y lo primero que oí decir fue: "Antolina, es un niño". Esta frase dirigida a mi madre, hablaba de mí y aunque yo no lo entendí muy bien, percibí que eso hizo que se pusieran contentos. Ocurría en una anticuada habitación del ajado domicilio en la calle de las escuelas. Habría mucho que contar, pero muy poco está escrito, por eso he comenzado con el título de "unos surcos en lo baldío".

Emigré a Bilbao con 12 años, pero todos los años he vuelto y llevo con mucho orgullo el gentilicio de cascón, aceptado por todos los nacidos en esa tierra. Trabajé durante 46 años como técnico industrial y hoy, ya jubilado, escribo a la vez que ejerzo de abuelo.

Inicio esta aventura "bloguera" para compartir esta afición literaria con familiares, amigos y todo aquel que pueda estar interesado en mis relatos. Espero que la lectura resulte agradable al lector. Conseguirlo es mi objetivo, y sería mi satisfacción.





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